Liderarse a uno mismo para liderar a los demás

Por Germán Antelo, Executive Coach

Este es un tema que llevo trabajando hace tiempo con mucho directivos y personas ubicadas en los mandos intermedios de las empresas, ya que me parece de vital importancia para quienes tienen la responsabilidad de liderar un equipo de trabajo.

Es prioridad número uno, que una persona pueda liderarse a si mismo porque sino le será tarea casi imposible hacerlo con los demás, es como si queremos hacer un viaje de 1.000 kilómetros y el coche tiene aceite, gasolina y ruedas para 100 kilómetros, seguramente no llegaremos y nos traerá muchos problemas en el viaje.

Por eso hay que comenzar por el principio, y ése es, que el líder se explore y se conozca, que detecte cuáles son sus valores y cómo los honra en su vida, tanto en la profesional como en la personal. Además debe estar en sintonía con ellos, tiene que resonarles para poder honrarlos y luego será necesario que defina una Visión de Vida, junto a la huella ó el impacto que quiere dejar con su vida.

Por supuesto que lo que menciono en el párrafo anterior, no se logra en un día!, pero con trabajo constante se puede realizar en un tiempo bastante corto.

Una vez que la persona haya detectado sus valores, su esencia, su SER, deberá profundizar en darse cuenta lo importante que es para él y su gente que se sienta líder, debe sentirlo, saborearlo, debe ver el beneficio y el impacto que sus actos, acciones provocan en los demás, para que sea consciente de lo que produce.

Cuando la persona se sienta líder de si mismo, en todo el sentido de la palabra, recién ahí podrá comportarse como el referente frente a su equipo. Será el momento en cual deberá transmitirles su estilo, sus sueños, ilusiones, el cómo quieren que le recuerden como líder, que les aportará y además proponer al equipo, que juntos construyan una filosofía y una forma de trabajar que los identifique como equipo dentro de la empresa.

Deberá cuidar temas de real importancia, como la escucha, la comunicación al equipo de todas las cosas, detectar y plasmar los valores del conjunto, visualizar donde quieren estar en un tiempo, como van a recordar a este equipo, cual es el rol que cada miembro ocupa, fijar objetivos claros, realizables y que provoquen ilusión alcanzarlos, deber el líder crear una filosofía de trabajo para centrarse en él, porque cuando se crea todo esto y se logra el desapego al resultado, el éxito llegará solo, sin forzar, sin presionar, sin ansiedades, ni nervios, será consecuencia de algo muy bien hecho.

Con varias herramientas y técnicas de Coaching todo esto que cuento se logra, ya lo he visto y lo he experimentado, porque cuando se empieza por la raíz del árbol y se la cuida con pasión, el resultado será un árbol fuerte, sano y con mucha producción de frutos, pero cuando no nos centramos en el crecimiento y cuidado de la raíz, al pasar el tiempo, ése árbol no será saludable.

Es necesario centrarnos en la persona de aquellos que lideran equipos, que descubran realmente quiénes son y qué tienen para ofrecer, que sientan la necesidad de liderar y transmitir, de modo que su equipo lo agradecerá y a su vez obtendremos de ellos una alta eficiencia, efectividad y beneficios.

 

El liderazgo es una forma de ser, un camino de vida

Por Jimena Romero Oneto, Leadership Coach

Un líder es aquella persona que vive desde su esencia (auténtico ser) e inspira y crea el espacio para que otros también se lo permitan, capaz de generar relaciones creativas que alcancen objetivos comunes sacando a la luz el talento y fortaleza de los demás, logra estar presente y de manera consciente en cada situación y, es un verdadero agente de cambio capaz de crear de manera intencionada el impacto deseado responsabilizándose del mismo. Para ser un líder, es necesario tener integrado un profundo autoconocimiento, una conciencia global, intenciones claras, una total libertad de expresar su potencialidad y un corazón agradecido. Creo que todos llevamos un líder dentro, sólo debemos despertarlo y ponerle conciencia.

Quizá te preguntes, ¿y para qué quiero elegir este camino del liderazgo?

–  Vivir y liderar desde tu esencia es mucho más fácil y fluido, no tienes que esforzarte por ser lo que crees que los demás desean o aceptarán de ti. Viviendo desde la esencia liberas toda tu engría natural de manera espontánea y con vitalidad,  abriendo el espacio e inspirando a otros a atreverse a ser quienes son. Empieza por conocerte y aceparte y verás la fuerza e impacto que generas desde allí.

“Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero”. Jorge Bucay

– Crear desde los demás y permitiendo que los demás puedan crear desde ti, enriquece y potencia el resultado. Para generarlo es necesario creer en el potencial que tienen las personas a tu alrededor y entregarte al resultado de la co-creación.

“Si estamos juntos , nada es imposible. Si estamos divididos, todo fallará”. Winston Churchill.

– Vivir en el presente es conectarnos con nuestros 5 sentidos, es vivir conscientes permitiendo ver el mundo tal cual es. Cuando aprendes a estar presente, disfrutas de la condición de permitir a las cosas nacer y darles tiempo a morir, y disfrutarlas con intensidad minuto a minuto. Te asombrarás de lo que puede surgir al dejarte fluir por el ahora, siendo mucho más genuino y respondiendo a la necesidad del momento.

“El ayer es historia, el mañana es un misterio. Hoy es un regalo, por eso se llama presente.” Eleanor Roosevelt

– Para crecer, avanzar y evolucionar necesitamos cambio. El camino del liderazgo se construye desde el constante movimiento, creando y buscando nuevas posibilidades, rompiendo con el statu quo. La vida misma es creación y movimiento, negarlo sólo te hará ir contra la corriente. Y qué mejor que buscar este cambio, de manera consciente y responsable, creando el impacto que deseas de forma intencionada.

“A veces navegamos con el viento, a veces en contra; pero debemos navegar, no estar a la deriva, ni echar el ancla.” Oliver Wendell Holmes

Vivir en el camino del liderazgo no siempre es fácil, requiere de un esfuerzo y un compromiso contigo mismo, con los que te rodean y con el mundo…..te preguntarás y realmente vale la pena si me tengo que esforzar? La respuesta es muy simple, vale la pena ya que estarás levantándote cada mañana siendo quien quieres ser y sintiendo que estas en el camino que quieres estar dejando la huella que sueñas dejar. Al final sólo podemos liderar desde nuestra esencia.

Si sigues con la duda, comienza con preguntarte cómo prefieres vivir:
¿Vivir desde el ser o desde el “debo ser”?
¿Vivir o sobrevivir?
¿Tomar decisiones conscientes o que las circunstancias decidan por ti?
¿Vivir presente o en la realidad de tu mente?
¿Inspirar o dictar a las personas?
¿Potenciar y dar luz al talento que te rodea o envidiarlo y opacarlo?
¿Creando e innovando o copiar lo que a otros les sirve?
¿Soñando o vivir del pasado?
¿Fluir o encadenarte?
¿Plenitud y con un claro sentido de vida o una vida vacía y sin rumbo?
¿Hacerte responsable del impacto o culpar a los demás y al contexto?
¿Dejar un granito en el mundo o pasar desapercibido?
¿Corazón lleno de agradecimiento o vacío y con rencor?

Te invito a que comiences con elegir una de estos caminos y ya estarás dando un paso y poniendo en práctica tu liderazgo, ATRÉVETE al LIDERAZGO, te aseguro que vale la pena intentarlo. El mundo lo necesita.

 

Reinventarse: La clave para sobrevivir en nuestros días

Por María Mateo, Executive Coach

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.
“Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno”.
“Sin crisis no hay desafíos”.
Albert Einstein

La crítica situación financiera internacional que estamos padeciendo en la actualidad hace que vivamos nuestro presente con gran preocupación y  nuestro futuro inmediato se nos presente  repleto de incertidumbres. Cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, está viéndose afectado por esta realidad económica que nos paraliza, nos amedrenta y como única vía de escape nos instalamos en la queja permanente de lo que nos rodea, creyendo que nuestras circunstancias cambiaran solo por el hecho de verbalizar  todas y cada una de las sinrazones que esta situación nos ocasiona.

En todo el mundo que llamamos “Occidental”, hemos vivido un largo periodo de bonanza  donde  nadábamos en la abundancia con altos ejecutivos percibiendo salarios desorbitados;  con empresas que se marcaban ambiciosos e irreales planes de crecimiento de sus beneficios año tras año; donde se adquirían viviendas para especular vendiéndolas al cabo de un año con ganancias superiores a las que habrían tenido trabajando varios años; con entidades bancarias, en una guerra sin cuartel entre ellas, animando a los clientes y no clientes a pedir altos préstamos hipotecarios (ya que les podían incluir la compra del coche y el viaje al Caribe), con el único fin de aumentar a cualquier precio su volumen de negocio. En este orden de cosas, todo estaba aceptado, permitido y aplaudido por la sociedad de consumo que nos mostraba cifras muy optimistas como reflejo de una situación económica boyante.

Mientras tanto en otras partes del llamado tercer mundo la situación era bien diferente: se vivían situaciones de escasez, hambruna y altas tasas de desempleo. Pero occidente miraba hacia otra parte, siempre que no  viese posibilidad de sacar provecho beneficiándose de su barata mano de obra.

Hasta la fecha, esta ha sido la actitud pasiva y desafectada que hemos tomado los seres humanos ante las desgracias ajenas. Sin embargo, en estos momentos, tras cuatro años de una crisis global que parece  que va a eternizarse, empezamos a sentir que nadie está exento de verse afectado por la grave situación económica. O bien nosotros mismos o bien gente de nuestro entorno,  ha cerrado su negocio por falta de liquidez, ha perdido su trabajo por reajuste de personal, le han embargado su casa por falta de pago, tiene un hijo que tras terminar sus estudios no encuentra  trabajo o un largo etcétera de nefastas, cuando no traumáticas posibilidades.

No obstante y pese a todo ello, es en estas circunstancias cuando debe imperar la acción rompiendo viejos hábitos, reinventándose, explorando nuevas alternativas o buscando ayuda en quienes nos pueden ayudar mediante un proceso de coaching, con el fin de tomar  mayor  conciencia de nosotros mismos. Pues solo al conocer y conectar con nuestras fortalezas, recursos y capacidades creativas, podremos empezar a diseñar la vida que queremos.

En mi opinión estas son tres de las claves más importantes a conquistar para poder reinventarse, una o mil veces:

1.    LA CONFIANZA en uno mismo que se logra a través del auto-conocimiento y la escucha de tu ser interior. Solo cuando modificas las creencias sobre ti mismo que te coartan, afianzas tu confianza dando alas a tus sueños. Entonces puedes entregarte a  la vida, siendo consciente de que el caminar es mucho más ligero, pues sientes que a tu alrededor las cosas fluyen en el rio de la Vida.

2.    LA ACEPTACIÓN de la realidad que vivas. Esta actitud valiente, a diferencia de la actitud resignada, mueve a la acción y a la toma de responsabilidades, haciendo que veamos las experiencias como oportunidades de cambio, en lugar de obstáculos y resistencias. No debemos olvidar el dicho de que “todo a lo que te resistes, persiste”.

3.    EL COMPROMISO contigo mismo para tomar iniciativas. Como dijo el poeta, “el Hombre es el constructor de su propio destino” y en esa construcción,  es necesario pasar a la acción con el entusiasmo que te da el saber que puedes conseguir lo que te propongas, sin miedo a salir de tu círculo de confort conocido para tomar los riesgos necesarios que te llevarán a tu propia realización.

Por todo ello, en este tiempo de cambios, me gustaría que recordásemos al insigne naturalista e investigador inglés Charles Darwin  en su estudio sobre la evolución de las especies, cuando  nos decía  que “no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. De ahí que, si debemos adaptarnos y responder al cambio, es mejor que lo hagamos con ilusión, confianza y esperanza.

Quisiera terminar con una frase de San Francisco de Asís “empieza por hacer lo necesario, luego por hacer lo posible y de pronto te encontrarás haciendo lo imposible”.

Recuerda que lo mas importante no es quien eres, sino quien puedes llegar a ser.

 

El test MBTI como base del desarrollo de los buenos hábitos del liderazgo. Parte 1ª

Por Víctor Vallejo, Executive Coach

“Planta un pensamiento y cosecharás un acto,
Planta un acto y cosecharás un hábito,
Planta un hábito y cosecharás un carácter,
Planta un carácter y cosecharás un destino”
Samuel Smiles

Este mes de junio he tenido la suerte de impartir un curso de liderazgo a directores y mandos intermedios de la ONG Ingeniería sin Fronteras en Tanzania. Todos los participantes, excepto uno, eran nativos y me ha sorprendido su naturaleza alegre y sus ganas de mejorar.

En dicho taller de formación comenzamos por conocer cuál era el perfil de personalidad de cada uno de los participantes de acuerdo con el test MBTI. En dicho test se establecen cuatro dicotomías y según cuál sea tu preferencia innata en cada una de ellas obtienes una buenísima fotografía de tu personalidad. Las dicotomías son las siguientes: extraversión-introversión que se refiere a dónde uno prefiere centrar su atención y recargar su energía; sensación-intuición que nos indica cómo nos gusta obtener la información; pensamiento-sentimiento que nos aclara qué proceso seguimos a la hora de tomar decisiones y, por último, juicio-percepción que nos habla de nuestro estilo de vida.

Lo interesante del test, y que lo convierte en un excelente punto de partida de un proceso de desarrollo de habilidades directivas, es que no evalúa tu personalidad, sino que resalta el valor de las diferencias, a todos indica sus fortaleza y áreas de mejora, nos ayuda a comprendernos mejor y, lo que no es menos importante, nos facilita comprender a otros, sobre todo si son distintos. En el curso de Tanzania les relataba a los participantes un extracto de la novela fantástica “La historia interminable” de Michael Ende. Dicho relato ilustra muy bien el valor de la diversidad. Bastian es un muchacho que en el mundo de la fantasía tiene el poder de hacer realidad todos sus deseos. Como, en el mundo real, era un chico rechazado en la escuela, un día desea que todo el mundo sea como él. En esto que su deseo se hace realidad y aparece en un barco rodeado de cientos de Bastian idénticos a él. En un principio todo parecía cómodo pues todos estaban de acuerdo  y nadie se metía con nadie pues eran todos iguales. Pero en esto llegó una tormenta y una ola se llevó a uno de los Bastian por la borda. Bastian, alarmado, pidió ayuda al resto para rescatarlo y lo que obtuvo fue una absoluta despreocupación. ¿Para qué molestarse en salvarlo si todavía quedaban un montón de Bastian idénticos al desaparecido?

Moraleja: hay que aceptar y celebrar las diferencias, tal y como postula el MBTI. Pongamos un ejemplo con una de las dicotomías. Hay personas que prefieren vivir de una manera planificada y ordenada, prefieren el “juicio”, y otras que prefieren vivir de una manera espontánea y flexible, prefieren la “percepción”. Los primeros  disfrutan cerrando temas y siendo decisivos (evitan las prisas de última hora) y los segundos disfrutan manteniendo opciones abiertas y siendo curiosos (aprovechan al máximo cuando está a punto de vencer un plazo). ¿Qué es mejor: la tendencia al “juicio” o la tendencia a la “percepción”? ¿Cómo sería una empresa, una embarcación, cuyos tripulantes sólo optaran por el “juicio”? ¿Y cómo sería si todos fueran del estilo de la “percepción”? Toda organización humana necesita de todo un poco. Está bien la planificación, algo de sobra conocido, y está bien la flexibilidad, sobre todo cuando hay que innovar para no perder mercado o abrirse a nuevos mercados extranjeros. Está bien considerar muchas opciones y es necesario cerrar el proceso de decisión antes de que se pasen las oportunidades.

La diferencia es un valor y llegar a acuerdos otro…, pero como dice Michael Ende, ésa es otra historia.

 

El Coaching como compañero del éxito

Por Germán Antelo, Executive Coach

Después de una temporada de trabajo, de formación, de exigencias llega el momento de hacer un alto en el camino y tomarse unas merecidas vacaciones, optando por alguno de los cientos de destinos posibles.

Las vacaciones serán un momento donde habitualmente podremos hacer cosas que nos gustan, como dormir, disfrutar del mar, pasar tiempo con la familia ó simplemente disfrutar de más tiempo en solitario.

Pero en vacaciones al encontrarnos con nosotros mismos, suelen aparecer algunas incomodidades, porque como durante el año nos prestamos poca atención, el convivir con las cosas que dejamos de lado nos gusta pero al mismo tiempo provoca situaciones incómodas.

También, a medida que la fecha de finalización está próxima, comienza un estado emocional de tristeza, como anticipando la vuelta a la rutina y enfrentar otra temporada exigente, sin tiempo para uno, corriendo todos los días y luchando por un sin fin de cosas.

Pues debo decirles que esto puede evitarse si te dejas acompañar en tu camino por el coaching, es una gran ventaja que tenemos todos aquellos que lo hemos adoptado como compañero de viaje. Ya que nos permite disfrutar del camino, porque nos ayuda a que descubramos hacia donde queremos ir, quienes queremos SER, además hace que a nuestras actividades le aportemos pasión e ilusión.

Con esto que digo en el párrafo anterior, no significa que todos aquellos que estamos en el mundo del coaching no tengamos nuestros baches, si, claro que los tenemos pero gracias a que conocemos perfectamente nuestra esencia y donde queremos ir, hace que nuestra estancia en los baches sean momentos breves y muchas veces nos sirve de empuje para seguir adelante.

Tenemos que lograr tener una vida que nos ilusione, que cada cosa que hagamos sea con pasión, que tenga sentido, que intentemos hacerla lo mejor posible, resonando y con alegría, ya sea en nuestro trabajo, con los amigos, con la familia, con nuestra salud, es decir, disfrutando cada instante y no esperar a que pasen once meses del año para disfrutar plenamente quince días, porque así al final la vida no compensa.

El Coaching le permite a la persona que aprenda a conocerse, a que visite todos aquellos rincones ocultos de su esencia, donde se encuentran tesoros ocultos, en forma de talentos, de habilidades y dones, los cuales han sido encerrados por las creencias limitantes, las cuales hacen que no estiremos nuestros límites y vivamos sin resonar, en una comodidad que nos lleva directamente a la mediocridad.

Por mi experiencia, no me cabe duda que todas las personas son magníficas y tienen potencial para alcanzar lo que deseen y sueñen. Ahora en este tiempo, que están las vacaciones, es buen momento para reflexionar sobre vuestras vidas, y hacerse la pregunta: que huella estoy dejando con mi vida, y si quieren un cambio, una transformación y resonar durante todo el año, pues no lo duden, elijan al Coaching como compañero del éxito.

 

Un viaje a nuestro SER por medio del Coaching

Por Germán Antelo, Executive Coach

A todos los que nos apasiona el Coaching, disfrutamos de manera muy grande cuando éste se hace mágico. Uno de esos momentos es cuando se llega a la esencia de la persona, a su verdadero SER, a su motor de ilusiones y sueños.

Como se consigue esto?, pues una de las claves será que entre el Coach y Coachee exista una gran alianza, para que ambos puedan traspasar sus límites y no existan barreras que los limiten.

Uno de los momentos donde aparece la magia del Coaching, es cuando hacemos una exploración al SER del cliente, es decir, cuando este conecta con sus Valores, Visión y Misión de Vida. Porque desde ahí es donde una persona resuena de verdad y puede comenzar a emprender el camino hacia su felicidad y plenitud.

Habitualmente cuando le preguntamos a las personas cuales son sus valores, aparece la confusión , no saben si estamos hablando de ética, moral, de lo que está bien ó mal. Los valores son algo único de la persona, no se juzgan, forman parte de su esencia, es algo suyo y único.

Por ejemplo una persona puede tener como valores a la libertad y a la creatividad, pero en su vida diaria trabaja con tareas vinculadas a la rutina y sistematización de procesos, con lo cual ésa persona vivirá en un estado de frustración constante, ya que no está honrando ninguno de sus dos valores más importantes; libertad y creatividad.

Cuando el coachee logra ver esta falta de sintonía con sus valores, se produce un momento mágico, ya que comienza a sentir el por qué de sus enfados, de sus frustraciones, de su negatividad y actitud mediocre de su vida.

El saber detectar y conocer nuestros valores hace que tomemos conciencia de quién somos realmente y a partir de allí habrá que hacer un proceso de cambios para alinear nuestra vida cotidiana con nuestros valores, de modo que nos sintamos a gusto con lo que hagamos y eso hará que le demos un verdadero sentido a cada cosa que hagamos.

Una vez que tengamos claro cuales son nuestros valores, podremos empezar a construir nuestra Visión de Vida, la que nos indicará, dónde queremos llegar, como queremos vernos dentro de muchos años, quienes nos rodearán, en dónde viviremos, a que nos dedicaremos. El definirla y alinearla a nuestro valores nos permitirá hacer el camino con ilusión y pasión, porque si tenemos una Visión potente, nadie nos detendrá en conseguirla.

Finalmente la Misión de Vida,está vinculada a que huella queremos dejar en esta vida, que impacto queremos provocar, por qué queremos que nos recuerden, la cual estará muy relacionada con nuestros valores y la Visión de Vida.

Este viaje a nuestro SER mediante el Coaching, lo suelo llamar: “el descubrimiento del tridente mágico”, porque en el momento que se descubre y se siente, la vida de la persona en cuestión, cambia por arte de magia. Aparece de golpe la ilusión, los sueños, sube la autoestima, todo cobra sentido y lo más importante, es creer que se  puede vivir feliz y en plenitud.

 

Slow down

Por Daniel Poch, Executive Coach

4 de julio, Aeropuerto de Cracovia, esperando alguna noticia sobre el retraso del vuelo de vuelta a casa. Las horas de espera invitan a la reflexión. Una de las reflexiones es sobre la velocidad a la que nos hemos acostumbrado sin muchas veces prestar atención. Todo es rápido y sin poner nuestra plena atención, aceleramos lo que muchas veces necesita pausa, parada total.

¿Cómo afecta esta velocidad a la práctica del Coaching? ¿Cómo es nuestra presencia en la relación de Coaching? ¿Estamos cliente y coach plenamente presentes? ¿Estamos en el aquí y el ahora? ¿Cómo es nuestro nivel de escucha con esta velocidad de fondo?

En el Aeropuerto pienso en lo que tardaría en hacer este recorrido cuando nos movíamos andando, trotando sobre un caballo o navegando a vela. El viaje en si mismo nos permitía ir adaptándonos al cambio y estábamos adaptados a la lentitud. El viaje podía durar semanas, meses. El viajero tenía tiempo para percibir y aprender de los viajes por los que pasaba.

En las sesiones de Coaching el cliente vive en esta aceleración latente y desea pasar rápido a la acción, desea cumplir sus sueños cuanto antes. Pasar de la fría Polonia a la cálida Barcelona de un salto.

¿Dónde queda el profundizar en el aprendizaje?  ¿Cuánto perdemos en el salto rápido y acelerado? Tiempo para profundizar, tiempo para saborear el camino, tiempo para estar conectados al proceso en el que estamos. Tiempo para clarificar dónde estamos y tiempo para tomar de forma consciente nuestras decisiones. Tiempo para fijar nuestro rumbo. Una vida plena requiere tiempo.

Como coach co-activo, el contexto de la Autogestión es de máxima importancia desde mi perspectiva. A pesar de la aceleración en la que está el cliente, el reto es ir a buscar lo en su vuelo y facilitar la reflexión pausada. Quizás esta es la “Big Agenda”, la “A” mayúscula, la velocidad, la aceleración en la que inconscientemente hemos elegido vivir.

Recuerdo el comentario “slow is fast” de una sabia pareja de líderes que tuve el honor de disfrutar en mi programa de liderazgo, Okokon y Sam. Que sabio recordatorio que permite parar, vivir en el presente, aprender y tomar decisiones conscientes.

Disfrutemos de la aventura que supone un proceso de coaching y propongo viajar a pie, avanzar sin prisa pero sin pausa. Avanzar estando presentes. Avanzar en plena consciencia. Slow is fast, porque cada paso con plena consciencia es un paso acertado. Cada paso acertado es un viaje consciente.

 

Pep Guardiola o Atrévete a hacer lo que te sale del alma

Por Jaume Roset, Coach Profesional, ACC, CPCC

En los últimos meses han aparecido muchos artículos en publicaciones de liderazgo y management hablando sobre los éxitos de Pep Guardiola y el Barça. Fundamentalmente se preguntan dónde reside el secreto del éxito y cómo replicarlo en las organizaciones. Sinceramente creo que muy pocos dan en el clavo.

Desde mi punto de vista la clave de todo es la pasión, estar abosultamente enamorado de la profesión que ejerces y de lo que representas. Sí, es verdad, en Pep y en el Barça hay mucho talento, hay trabajo en equipo, hay disciplina, compromiso y hasta la necesaria dosis de buena suerte. Pero la semilla de todo es la pasión. Cuando haces lo que sale del alma aparece el esfuerzo, el compromiso, el espíritu de equipo y todos los valores derivados de la pasión.

Los que conocen a Pep Guardiola afirman sin excepción que es un “enfermo” del fútbol. Que se pasa el día trabajando en su despacho, en los campos de entreno, en el avión… Y lo hace porque el fútbol y el Barça son su pasión.

¿Cuál es tu pasión? ¿En qué cosas pones el corazón, el alma? ¿Te has hecho alguna vez esa pregunta?

Creo que es una de las preguntas más importantes que hay que hacerse en la vida. Y responderla en profundidad, comprometerse con ella y pasar a la acción es una experiencia increíble.  El mundo en el que vivimos cambiaría significativamente si esto último fuera algo común. Por citar dos ejemplos:

En el campo empresarial, ¿te imaginas cómo sería una organización en la que el 100% de sus miembros trabajaran en aquello que les apasiona, en aquello que les sale del alma?

En el campo de la educación, ¿te imaginas un sistema educativo en el que predominase descubrir cuál es la pasión de cada alumno? ¿Qué clase de sociedad tendríamos?

Busca dentro de ti, descubre cuál es tu pasión. Y luego atrévete a vivir de ella y por ella. Tiene riesgos, es cierto, pero es mucho más arriesgado vivir alejado de tu pasión, de lo que realmente quieres.

 

De gurús y otros pelajes

Por Jordi Vilà, Executive Coach

Me debatía en la duda de si escribir este post o no y, al final, ganó mi espíritu de Coach: La autenticidad como uno de mis valores principales, a coste de casi lo que sea. ¿Qué me llevó a esta reflexión?, la falta de humildad, la prepotencia y la soberbia de las palabras escritas en un blog por uno de los “autodenominados” gurús.

Mi verdad no es más que una de las verdades posibles pero, en absoluto, LA VERDAD, es decir, mi percepción es una más de las perspectivas desde las que puedo ver un determinado elemento o suceso, pero soy consciente de que puede existir una más, o quizás 2.376 más y, posiblemente, muchas de ellas tan o más valiosas que la mía.

Me temo que cada vez más se confunde el popularismo con el dogma de fe, y eso es algo muy peligroso, por el solo hecho de que creamos en ídolos dorados…con pies, ya no de barro si no de arenisca, susceptibles de ser derribados tras la menor de las ventiscas, y no hablo solo de las princesas del pueblo.

En mi vida personal y profesional he tenido la suerte de aprender de jóvenes y mayores, de Jefes, compañeros, amigos, colegas, enemigos, hijos, sobrinos….y al fin, de todos aquellos con los que me he relacionado. Cada vez tengo más claro que no hay persona en el mundo de la que no pueda aprender, e incluso aprehender…en cuanto me saque de encima mi pátina de soberbia limitante.

El tiempo me ha hecho llegar la brillantez del error, el tremendo aprendizaje que se esconde tras él, en ocasiones a costes elevados con profundas cicatrices, pero aprendizaje valioso.

Tan solo espero la generosidad de los que están conmigo si, algún día, caigo en la tentación de creerme algo más que los demás, porque todos somos brillantes en alguna área, quizás poco convencional, pero no por ello menos gratificante, ya que lo que para mi es veleidad, para otro es un principio básico que puede regir su destino.

Mi querido gurú, gracias por existir….porque, al fin y al cabo, tiene que haber de todo. Ying y Yang, tierra y aire, fuego y agua, cara y cruz.

 

La conquista de la verdadera felicidad

Por María Mateo, Executive Coach

La eterna búsqueda del ser humano por alcanzar la Felicidad es y ha sido el motor  que ha inducido al hombre de todos los tiempos a caminar hacia adelante, a dar pasos a veces sin una dirección concreta,  pero sintiendo que ese ansiado destino estaba  próximo, pensando que quizás fuese en la próxima estación  donde podría apearse del tren, con la esperanza de encontrar ese  lugar anhelado, como si de la tierra prometida se tratara.

El concepto de Felicidad es muy amplio, a la vez que difícil de definir y concretar. Dependiendo a quien le preguntes obtendrás una u otra respuesta más o menos vaga de lo que subjetivamente podría ser la Felicidad para cada uno, aunque generalmente se relaciona la felicidad con la adquisición de bienes materiales. Así podemos ver cómo define el diccionario de la Real Academia de la Lengua la Felicidad como “el estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien”. Sin embargo es bien sabido por todos, que la felicidad basada en la posesión de bienes materiales siempre será efímera, ya que cuando obtenemos lo que deseamos, si bien  sentimos una ráfaga de alegría, también es cierto  que desaparece tan pronto como nos habituamos a ella.   Entonces, ¿a qué clase de bienes nos estamos refieriendo?

Si revisamos las enseñanzas que los sabios de todos los tiempos nos han legado, podemos encontrar el faro que nos permita  ver con claridad el camino, la dirección a seguir y  elegir a conciencia el equipaje necesario para emprender la travesía.

Platón nos dice que no se puede ser feliz sin ver la obra de Dios en el mundo, que se manifiesta como modelo para la felicidad humana;  y que  para que el hombre pueda alcanzar la felicidad es necesario que se identifique con la divinidad practicando la Virtud.

Para San Agustín la felicidad auténtica y el objetivo último del comportamiento humano es la sabiduría que se encuentra en las profundidades de uno mismo, que nos muestra a Dios y que se revela a través de la conciencia.

Epícteto nos dice que el objetivo de la conducta humana es la felicidad, estado que se alcanza con la fidelidad a la naturaleza y a la razón. Su propuesta ética gira alrededor de la virtud como requisito para conseguir la felicidad, pues la virtud es un bien por sí misma y su realización trae consigo la felicidad. Por otro lado en su sabiduría práctica nos recuerda que las condiciones de la verdadera felicidad es” durar siempre y que ningún contratiempo pueda perturbarla”.

Para el Dalai Lama la felicidad puede ser un estado permanente en los seres humanos y se puede lograr con el desapego y la compasión que nos permiten cambiar nuestra forma de ver el mundo y liberarnos del sufrimiento.

Lo cierto es que  la preocupación del hombre por la conquista de la Felicidad no tiene tiempo ni lugar. Seguimos haciéndonos las mismas preguntas y seguimos en pos de “la gran respuesta”.

Actualmente la búsqueda de la felicidad nos lleva a realizar distintos estudios sociológicos de cómo siente nuestra sociedad, qué cosas le aportan felicidad y qué cosas les aleja de ella. De hecho, el año pasado se celebró en Madrid el primer Congreso Internacional de La Felicidad que tuvo como  nota exótica la participación, en el acto de clausura, del honorable Jygme Thinley, primer ministro de Bután. Un pequeño país situado en el extremo oriental del Himalaya cuyo paradigma de desarrollo es la FIB (Felicidad Interna Bruta), que tiene como propósito «crear las condiciones para alcanzar la felicidad de los ciudadanos, cubriendo tanto las necesidades materiales del cuerpo, como las emocionales e intelectuales de la mente».  Algo que da mucho que pensar …

Tambien me ha hecho reflexionar y quiero compartir con vosotros, un artículo de la Revista “el Mundo de Sophia” escrito por Antonio Marí, joven filósofo contemporáneo, que con absoluta maestría nos destaca la importancia del equilibrio entre el progreso del mundo externo y el desarrollo de nuestro universo interior. Y de cómo nuestra sociedad moderna ha dedicado todos sus esfuerzos en el desarrollo de la vida material (creación de aviones, electrodomésticos, armas, cohetes, ordenadores, móviles, sistemas financieros, etc ), que si bien son avances tecnológicos que nos aportan  confort y bienestar, ha sido en detrimento de algo tan esencial y consustancial al hombre que es la conciencia y  desarrollo de su vida interior. Nos cuenta como “los sabios de antiguas civilizaciones en la India, Tíbet, Egipto, Grecia, China, etc dedicaron su tiempo y energía durante milenios a conocer las leyes  y principios que rigen nuestro mundo psicológico y espiritual para descubrir métodos, claves y herramientas con las que desarrollar la voluntad, la concentración, la meditación, la serenidad, el discernimiento, la templanza, la intuición, la empatía, la contemplación, etc… factores todos ellos consustanciales a la verdadera felicidad”.

Pero me gustaría que hiciésemos a nivel individual una reflexión sobre dónde se encuentra para cada uno de nosotros esa felicidad tan ansiada. Os invito a realizar un viaje interior que nos ayude a conocernos más, saber cuáles son nuestras fortalezas y como potenciarlas, cuales son los retos internos que se nos presentan,  qué necesitamos conquistar de nosotros mismos, dónde y cómo podemos ser más útil a la sociedad y a nuestro entorno. Si buscamos la verdadera felicidad  como el estado permanente de plenitud del alma, solo tenemos que buscar dentro de nosotros, ser conscientes de nosotros mismos y de nuestra relación con los demás. Solo con ese desarrollo interior hallaremos todo lo necesario para anclar definitivamente la sensación completa de Bienestar, que nos permitirá imprimir todas nuestras acciones  con el sello del AMOR.

Por último quiero compartir esta perla de Deepak Chopra que encierra una clave más   para acercarnos a la ansiada felicidad:  “Practicar la Ley del Dar es muy simple: Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y apreciación, aprende a dar atención y apreciación; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia. De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren”.

Y yo le añadiría: “pero no lo hagas para recibir la recompensa. Hazlo sin esperar nada a cambio, como lo hace la naturaleza cuando da sus frutos, como lo hace la lluvia cuando moja o el fuego cuando calienta o el sol cuando ilumina nuestra vida ”.