Los atributos del ser y del hacer del líder

Por Luis Ezcurra, Executive Coach y Partner de Augere

Los cuatro artículos anteriores han  tratado a fondo sobre los atributos del liderazgo. Desde el principio hemos partido de que el líder nace y se hace: nace porque los atributos que le definen como líder ya forman parte de su ser desde su  nacimiento y se hace porque a lo largo de su vida puede ejercitar las cualidades. Todos contamos con capacidades suficientes para el ejercicio del liderazgo, pero todos debemos ejercitarlas y desarrollarlas para que sean eficaces en el contexto en el que se desplieguen. El contexto es el que determina cuáles son las cualidades que se han de poner en juego: no es lo mismo ser líder en un equipo comercial de un sector industrial muy maduro que liderar a un equipo de salvamento especializado en catástrofes. La misma persona no podría ejercer igual influencia en ambos casos.

Si tomamos los atributos que se describen en los cuatro artículos anteriores y entresacamos de la redacción todas las características que se ponen en juego en el ejercicio del liderazgo nos encontramos con una lista de unos sesenta conceptos. Algunos de ellos se describen como una cualidad mediante un sustantivo: innovación, resistencia, humildad, carácter, empatía, etc. Estos son atributos que corresponden al ser del líder y también se describen muy bien utilizando el verbo ser  y el adjetivo correspondiente: ser innovador, ser resistente, ser empático, ser íntegro…

Vuelvo a insistir sobre la idea de que todos contamos con estas cualidades. Hay que dejar que salgan de nosotros, que rompan las capas de resistencia que hemos ido creando por encima de ellas con el paso de los años y para eso nos tenemos que dar permiso para que nuestra parte innovadora, nuestra parte humilde, nuestra parte generosa, nuestra parte íntegra sobresalga.

Hay otra serie de atributos que se definen con verbos de acción: articular la visión, comunicar, creer en los demás, construir, confiar… Estos atributos se refieren al “hacer” del líder. Son capacidades que no emergen de la esencia sino que se ponen en juego a través de la acción. Tienen que formar parte del ejercicio del liderazgo y están muy relacionados con el contexto.

Estas capacidades se aprenden y se ejercitan en cada una de las oportunidades. Pueden ser modeladas y muchas veces existen técnicas y métodos para desarrollarlas. Por eso siempre digo que el liderazgo no es un estado, sino una experiencia y es aquí donde la relación con el contexto es muy fuerte: si el líder ha articulado la visión de alcanzar un objetivo comercial concreto y conoce la distancia que hay entre el presente y el objetivo, despliega planes de acción en los que pone en juego estas capacidades, no sólo para sí mismo, sino también para todo el equipo que le sigue.

El modelo de desarrollo de las capacidades del hacer no es tanto permitirse, como en el caso de las cualidades del ser, sino entrenarse: hacer de ellas un hábito. Por eso el coaching es la herramienta adecuada para el desarrollo del líder: actúa sobre las fuerzas que permiten aflorar las capacidades del ser y convierte en hábito las cualidades del hacer que intervienen en el ejercicio del liderazgo.

La actividad del coaching está ligada entonces al contexto y va encaminada al logro que representa alcanzar la visión. El coaching se convierte en la herramienta más eficaz para que el líder y sus seguidores puedan cumplir su misión.

 

La vida sigue

Por Olga Romanillos, Executive Coach

Hace poco, en uno de esos deliciosos momentos de claridad y conexión conmigo misma,  le dije a mi coach: “Esta vez, mi voz viene de muy dentro, de un saber directo y verdadero”. Y aunque sé que no soy la primera persona que aboga por un cuidado más compasivo y humano hacia las personas con demencia, mis palabras no parafrasean ningún libro o experto en la materia. Estoy hablando a partir de mi experiencia a la hora de encontrar vías de comunicación con mi madre, que sufre de Alzheimer y que vive en una residencia en Madrid.  Desde que se publicó el video hace algo más de un año, he podido comprobar cuánta gente estaba  preparada y necesitando escuchar su mensaje.

Fue durante mi curso de Liderazgo con CTI/Augere cuando aprendí que me encontraría con mi propósito de vida si afinaba y orientaba “mi antena” en dos direcciones: mi anhelo personal y el del mundo. Recuerdo como me obsesionaba al principio, porque tenía prisa y asumía que esto era algo que debería saber de manera rápida e intuitiva, una vez terminados un par de retiros más y algunas sesiones de coaching. Lo que sé ahora es que no hay ni reglas fijas ni atajos que nos conecten con nuestro yo más esencial, y con la necesidad en el mundo, la causa, a la que estamos llamados a servir.

Mi gran apoyo durante este proceso, aparte del fantástico programa de liderazgo, fueron mis aliados co-activos; coaches y amigos  que me escucharon más allá de mis palabras, mis estados de ánimo, y mis historias….Personas que  escucharon con atención y cariño la resonancia de mi alma. Gracias a estas potentes  alianzas, la película “A life beyond”/ “La vida sigue”, está ahora en el mundo, llevando un mensaje de esperanza  a quién lo está necesitando, e invitándome una y otra vez a seguir mi llamada interior.

Atributos del liderazgo. Parte 4

Por Luis Ezcurra, Executive Coach y Partner de Augere

Esta es la última parte de la serie dedicada a los atributos del liderazgo:

Humildad: El líder no se considera a sí mismo un ser superior. Ve su capacidad de liderazgo como una responsabilidad que asume para abrazar la visión en la que cree sin reservas. No se cree en posesión de la verdad, porque la comparte con otros y la opinión de los otros tiene tanto valor como la suya. Por eso, es accesible. No es que admita el diálogo, es que lo provoca, porque entiende que cada conversación es una oportunidad para estimular la motivación. También sabe que es mucho más importante alcanzar la meta que tener razón. Por eso, reconoce los errores y reacciona rápido; para que se pueda reiniciar el camino en la dirección adecuada.

Escuchar: Es la forma más eficaz de comunicarse. La escucha demuestra interés y el interés es la prueba más clara de afección. Cuando el líder nos escucha, sentimos que se interesa por nosotros y que le importamos. Eso provoca una carga de motivación imparable al sentir que contamos para algo. La escucha supone que hay diálogo y el diálogo compromete a los seguidores en el camino hacia la meta.

Resistencia: El líder puede resistir bien la presión. Incluso necesita de ésta para provocar el mayor nivel de empuje posible. También es resistente al fracaso porque lo asume como la parte más importante del aprendizaje. Es constante en la búsqueda del camino hacia la meta y, al mismo tiempo, flexible para adaptarse al contexto y aprovechar la situación en beneficio del objetivo.

Innovación: El líder es innovador en esencia porque admite formas nuevas de hacer las cosas. No es necesario que el líder sea creativo. La creatividad puede venir de otro y el líder la incorpora al proceso de avance hacia la meta. Chris Galvin, que fue Presidente de Motorola y nieto de su fundador, decía: “la innovación sin ejecución es alucinación” Así pues, el líder innova en relación a una acción concreta encaminada hacia el objetivo.

Ayudar a los demás a desarrollarse: Esta es la cualidad más importante: el líder debe identificar los talentos que destacan en su equipo y contribuir a su desarrollo para que aporten el máximo de su potencial, pero también para que puedan complementarle ahora y sustituirle en el futuro. Un líder que quiere crecer atrae a seguidores. Uno que quiere multiplicar y transformar, desarrolla líderes.

Como dije en la primera parte, esta lista no es definitiva. De hecho, en 21 títulos he insertado cerca de 60 componentes diferentes que se asocian entre sí alrededor de los más importantes, pero esta lista sigue abierta a vuestros comentarios y aportaciones.

Cuando uno los repasa con cuidado parece que es la hoja de especificaciones de un superhombre o una supermujer que sólo se encuentra encabezando los consejos de dirección de las empresas que salen en el Fortune 500. Pero no es así: todos nosotros llevamos dentro estas cualidades y podremos ponerlas en juego para liderar a una empresa, a una familia, un proyecto, una ONG… Somos como el fruto que lleva en su interior toda la esencia de la belleza y la fortaleza de un árbol majestuoso. Sólo hace falta que el agua y la luz del sol se alíen para el árbol crezca. Recordad, lo importante no es cómo es o qué hace el líder, sino qué recursos aporta en el contexto de su progreso hacia la visión que comparte con sus seguidores.

 

How Present Are YOU?

By Mike George

You’re sitting in the meeting, someone calls your name and you suddenly notice you haven’t heard what’s been said for some minutes.  In a split second your attention is back in the room and you realize you had drifted off.  Not into sleep but into ‘absence’.  You’re not exactly sure how long you were away!  You were lost in a story that you were running on the screen of your mind.  You remember now.  One part was a memory of an unhappy encounter with a member of your family the night before, which then dissolved into some worries about possibly having to sell your house in the next six months.

During the course of your absence you went through a series of judgments, regrets, assessments, worries, hopes, evaluations and criticisms.  You were busy in your absence!  In just a few minutes you not only made yourself unhappy but you missed some vital information that was shared in the meeting at which you were assumed by others to be present.  Your body was in the room but you were not!

This is something that happens to us all at some time or other.  And for some it happens all too frequently.  Many of us are often absent from our life but we don’t notice our lack of presence.  We are not aware of making our many escapes from being fully ‘here’ and completely in the ‘now’, until we realize we’ve been away!

You could argue that ‘being absent’ is not a new phenomenon in human consciousness, and it’s definitely not a new and exclusive habit to this generation or this era. But like stress, abuse, interpersonal conflict and levels of anger, it seems it may be on the rise.

The Deepest Addiction!

One of the obvious reasons is we all now live in the ‘age of distraction’.  Every day our attention is up for auction.  We are surrounded and hounded by a media driven world with vast industries spending huge amounts of time and energy trying to hook our attention in order to get into our pockets.  That, combined with a sophisticated array of technological windows on to the world and the result is an ‘addiction to distraction’ unknown to previous generations.  So it’s easy to understand why we have a tendency to create the habit of escaping into a multitude of events, messages and other people’s lives.  We have become superconscious of ‘what’s happening now’ both near and far.  But this kind of ‘now’ is not an indication of real presence simply a habitual desire to know more about what’s going on somewhere else or to someone else.

And then, when we do attend the meeting, or sit quietly somewhere with our coffee, or take a stroll through the forest, the ‘habit of absence’ kicks in and we start to run a variety of stories in our heads.  Absence is when we lose our self in a mental story entirely created by our self on the screen of our own mind.  The stories are filled with those judgments, hopes, guilts, evaluations, regrets and many other thinking habits and emotional patterns.  We are not aware that they are just stories, that we are the creators of the stories and that we are losing our self, our awareness, in the stories.

Resisting Reality

Even if someone were to point out that we are attempting to escape from the reality of our self, or from the reality of what’s in front of us now, we would probably reply with something like, “But it’s natural …or… I’m being creative…or…But we need to think about these things …or… I am anticipating and preparing for what might happen in  reality”.  When, in fact, we are more likely to be resisting the reality of the present moment, fighting the reality of what’s happening in front of us now or just succumbing to the habit of avoidance.

We sometimes notice however, that our feelings of sorrow, irritation, frustration and all our fears are arising from all those moments when we lose our self in our mental compendiums of fictional tales. We sometimes notice that they disturb our peace and drain our energy. It’s not easy to see, but in truth we lose our self in our own ‘interpretations’ of previous experiences or in constructions of future speculations.  Even in the cinema we will lose our self not in the movie but in our ‘interpretations’ of the movie.  That’s why no story that we ever run on the screen of our minds is ever ‘true’!  There is always some distortion or deviation in our interpretations and re-interpretations.  Which is one of the reasons why ‘truth’ can never be captured by the mind.

Living fully in the present is quite a different ‘insperience’.  The inner signs of being fully present include a quiet mind which is no longer busy running stories of our past or future, or of other people’s lives.  All forms of resistance to the world, or projections onto the world, have ceased, and there is a serene acceptance of what is happening in the world ‘out there’ around us.  There is an easiness that feels like an ability to flow with the ever changing currents of events and circumstances alongside an inner wisdom that supplies the clarity not to just go with any old flow!  There is an inner calm that seems to give us the power to remain internally stable no matter what happens in our life or in others lives.

Seeing Through the Illusions

Imagine sitting in the cinema and not losing the awareness that you are just sitting in your head, watching through your bodies eyes, as those flickering coloured lights dance across on a blank white screen ‘out there’ in front of you. You do not lose the awareness of the simple truth which says that there is no ‘reality in’ the movie…it’s just a movie, it’s just a story.  You are therefore not surprised or shocked or indeed moved by any of the images or by any of the characters and events within the story.  Not because you do not care, not because you are resisting the movie makers attempts to manipulate your emotions, but because you don’t lose awareness of your self as the observer and that what you are observing is not real.  In fact you clearly know that the story itself is an illusion of an illusion.

The idea of being a detached observer of the movie sounds like a dull and boring life to many but that just indicates that we are addicted to our illusions.  We become addicted to the mental and emotional stimulations that illusions induce, which is why so many of us find it so hard to find real, stable and consistent peace in our life.  While positioned as a form of relaxation, entertainment is essentially a stimulated escape from the reality of our self and our life in this moment now!

Discovering Inner Peace

There normally comes a moment in the lives of those who consciously search for real relaxation, otherwise known as ‘inner peace’, when they realize that actually my real world is within me.  The ‘real’ world is the inner world of our consciousness.  It’s just that it’s not even ‘inner’, it is the self, itself!  When the self is fully present to itself there is no inner, as opposed to outer, self!  This is quite a breakthrough for most of us who have, for our entire life, learned to believe that our primary reality was out there in ‘that’ world!

In the world that is within us, the world that is I/me/you, ‘being present’ is the ability to observe whatever thoughts and images may arise in our mind without ‘going in’ to our minds or being carried away by ‘what’s on’ our minds.  Whatever feelings and memories of emotions that arise are allowed to rise and fall and fade, as they do anyway…eventually!  In this practice of watching and witnessing, the self is centred.  The self is still.  The self is peace.  The self is not ‘thinking’ I am still or I am peace, but just is.  In this ‘isness’ present moment awareness is born. And in that awareness we restore our self to ‘full power’. The peace that arises out of our stillness is also our power.  But don’t tell that to Hollywood, Bollywood or Global Sunny Beaches Inc!

In this awareness of ‘isness’ the self knows the self as it really is…as nothing and no one!  It’s a scary thought in theory, on paper, in writing, but that’s only because it threatens all the illusions of who we thought we were, all the identities that we have been creating within our stories, which we can now see as pure fiction!  Being nothing and no one is a scary thought because it means all that we have been taught about our self is not true.  Not wrong, just not true!

But it’s only scary as long as it remains as a thought, an idea, in our mind.  As soon as we restore the actuality of our ‘inner space’, rediscover the reality of our ‘self’, of our being, and notice that there is no one and no thing ‘here’, except pure awareness itself, that is when all scariness dissolves.  In that awareness we may notice there is not only the deepest peace but also the presence of an energy that ‘seems’ to permeate and connect every thing in ‘here’.  Sometimes we call that energy ‘love’.  Perhaps that’s why we sometimes glimpse in our meditations; sometimes see in our quiet moments of reflection; that the presence of love is …everything!

Question: What are the most frequently recurring stories that you find your self escaping into?

Reflection: Why do you think you often prefer to be absent to the reality of the present moment?

Action: Consciously practice being the detached observer of all that is happening around you, engaging only when you are invited to engage, and see what difference it may make to how you ‘spend’ your energy.

 

Atributos del liderazgo. Parte 3

Por Luis Ezcurra, Executive Coach y Partner de Augere

Continuamos con la descripción de los atributos de liderazgo:

Predicar con el ejemplo:
 A un buen líder no le basta con que los demás hagan lo que él dice. Vivir el liderazgo supone en convertirse en uno más y aportar  todo lo que tienes para alcanzar la visión. Los seguidores se fijarán mucho más en lo que el líder hace que en lo que dice y deben sentir que los dos mensajes, lo que ven hacer y lo que escuchan que tienen que hacer son completamente coherentes. La coherencia es una característica clave en esta idea.

Carácter: El General Norman Schwarzkopf decía: “el liderazgo es el resultado de una combinación potente de estrategia y carácter. Pero si hay que prescindir de una de ellas, que sea de la estrategia”. El carácter es un metaconcepto que incluye componentes como la pasión, la energía, la asertividad, la determinación, la firmeza y el coraje. Es muy difícil precisar cual es la dosis óptima de cada uno de los componentes y, de hecho, no hay una fórmula mágica: como el liderazgo es relativo al contexto que define la visión, cada visión con cada comunidad de seguidores requerirá un carácter específico. Quizás sea ésta, la capacidad de significarse o diferenciarse desde el carácter, la más importante en el ejercicio del liderazgo.

Empatía: el líder ha de ser empático: capaz de hacer que los otros se identifiquen con él de forma mental y afectiva: los dos componentes (razón y emoción) son necesarios y deben mantenerse en equilibrio. Un seguidor que se identifica racional y emocionalmente con su líder y que comparte con él la visión a la que quieren llegar tiene un vínculo con él  muy fuerte. A través de este vínculo el líder genera la influencia que hace falta para conseguir la transformación que debe darse para pasar del presente al futuro descrito por la visión. El vínculo es duradero y la relación sobrevive al paso del tiempo porque no está basada en intereses.

Optimismo realista: parece un contrasentido, pero no lo es. El optimismo ha de hacer ver las oportunidades que hay en todas las situaciones y no las amenazas. Eso da un toque idealista al desafío que supone alcanzar la visión. Pero el realismo deber permitir calibrar como es la realidad actual, con qué recursos cuenta para llegar a la visión  y que ha de hacer para recorrer el camino. Un líder demuestra un gran sentido común pero con el volumen a tope a la hora de considerar que es indudable la capacidad que tiene él con sus seguidores de alcanzar la meta.

Ambición: El liderazgo supone no quedarse conforme con las cosas como son. Persigue el objetivo y pone en marcha los medios necesarios para alcanzarlo. Esto no se consigue a cualquier precio, sino dentro de un equilibrio que hace que alcanzar la meta sea un motivo de placer y no de dolor. El ser ambicioso hace del líder un inconformista y, por ello, es autocrítico y continuamente quiere mejorar las cosas.

Poner foco: Dice Brian Bacon que donde se pone el foco va la energía y donde fluye la energía crece la vida. Uno no puede poner foco a varias cosas a la vez. Si el foco se dispersa, el resultado también y el mensaje que se da a los seguidores es que no sabemos a donde vamos porque parece que queremos ir a todas partes. Una cualidad esencial del líder es mantener el foco puesto en la meta. Lo más difícil no es saber lo que tienes que hacer para conseguirlo, sino a qué tienes que renunciar para hacerlo.

 

Entrevista a Conor Neill, profesor de IESE Business School y emprenddor

“Un emprendedor es alguien con más ideas que recursos”

Conor Neill es profesor de IESE Business School, una de las mejores escuelas MBA del mundo, donde dirige seminarios de comunicación persuasiva. También es emprendedor y autor de diferentes obras sobre habilidades de comunicación.

Conor Neill hizo una revisión académica del estudio Augere sobre el liderazgo en España y América Latina.

Augere ha desarrollado un estudio sobre el liderazgo en España y Latinoamérica, teniendo en cuenta la opinión de 1.000 líderes. La investigación establece que algunas de las características a mejorar por los líderes son la resistencia al estrés o la disposición a tomar riesgos calculados. ¿Está de acuerdo con ellos?

En 1910, dos aventureros, Scott y Amundsen, hacían una carrera hacia el último punto sin explorar en el planeta, el Polo Sur. Scott era el héroe del Imperio Británico: mayor, más experimentado y con muchos recursos a su disposición. Amundsen era el héroe de Noruega. Ambos llegaron a las costas de la Antártida casi al mismo tiempo y ambos comenzaron sus viajes de 1.600 millas a pie, llevando encima todo lo que necesitaban.

Scott se despertaba cada mañana y abría la puerta de su tienda de campaña. Si el sol brillaba y no había viento, ponía a su equipo una meta de 50 millas. Si se trataba de un día terrible, con mucho viento y frío se quedaba en la tienda de campaña y esperaba un momento mejor. El viaje de Scott continuó de esta manera, día tras día. Cada día verificaba las condiciones y luego decidía la distancia del viaje.

Amundsen se despertaba cada mañana y empujaba a su equipo a hacer 20 millas. Cada día 20 millas. Algunos días eran soleados y alcanzaban 20 millas al mediodía. Algunos días eran duros y tenían que esperar hasta la última hora de luz para alcanzar las 20 millas. Cada día 20 millas.

Amundsen ganó la carrera hacia el polo, y su equipo podría haber continuado su viaje por varios meses más. Scott perdió la carrera por el polo, y todo su equipo murió en el viaje de regreso. El estrés es el resultado de creer que puedes controlar más de lo que realmente puedes controlar. Los objetivos de resultados son un controlador del estrés. No puedo controlar el clima. Sólo puedo controlar mis propias acciones.

Si me puse 1 millón de euros en ventas como objetivo, me puse un objetivo de resultado. Este es un gran reto en España. Hay muy poca educación en el proceso de establecimiento de objetivos saludables. Si yo sé que 1 millón de euros en ventas requiere de 3 reuniones a la semana, y esto requiere de 20 llamadas telefónicas cada día – un proceso de objetivos saludable es hacer 20 llamadas telefónicas hoy. Esto está bajo mi control.

Desde tu punto de vista académico, ¿cuáles son los aspectos más positivos del liderazgo en España?

Profesionalismo. El deseo de ser mejor. El compromiso de aprender. España cuenta con 4 de las 30 mejores escuelas de negocios del mundo. Esto es a menudo una sorpresa para mí, dado que España y mi país natal, Irlanda, eran países pobres agrícolas hace 30 años.

Conor lidera seminarios de comunicación persuasiva en la Escuela de Negocios IESE y ha formado a más de 4.000 ejecutivos, médicos, MBA, empresarios, políticos y directores. ¿En qué consisten estos seminarios?

Los seminarios se centran en cómo mover a la gente a la acción. Cubrimos la forma de preparar y entregar un discurso persuasivo convincente. Nos fijamos en técnicas para atraer la atención, para gestionar la ansiedad, para usar el relato para hacer un discurso memorable. Aprendemos de 2.300 años de historia, desde Aristóteles, Platón, Cialdini y Pfeffero a lo último en neurociencia.

¿A quién se dirigen estos seminarios?

El programa está diseñado para los gerentes que deseen mejorar sus habilidades de comunicación y desarrollar un estilo que fomenta el compromiso entre los miembros del equipo y los stakeholders. El programa es particularmente interesante para los profesionales que gestionen la relación con el cliente o traten con el público en general.

Uno de los temas que tratas en tus cursos es el hablar en público. ¿Hay algunos trucos básicos?

Preparación y estructura son vitales para una comunicación eficaz. La mayoría de la comunicación falla antes de decir una palabra. El orador debe tomar el tiempo necesario para aclarar cómo el discurso afectará a la audiencia. En mis seminarios yo le llamo definir tu Punto X.

Hago que todos los participantes escriban “Cuando termine de hablar mi público _______”, y la complete con un verbo activo. “Entender mejor” o “creerme” no son verbos activos. “Visita mi Web”, “recoja un folleto”, “ponga la fecha en su diario” son verbos activos. Dejar claro que es lo que se desea de la audiencia sirve para que el orador se ponga la audiencia a sus pies. ¿Qué es lo que necesitan saber, creer y sentir para actuar? Ahora puedes construir una comunicación que sea relevante para la audiencia.

Cuando se habla en público también es importante gestionar bien el lenguaje corporal. ¿Hay claves para un lenguaje corporal de gran alcance mientras se habla?

Sí. Hay tres aspectos en el lenguaje corporal – la autoridad, la energía y el compromiso. Autoridad es que el público te vea como alguien digno de ser escuchado. Energía es que el público vea que te preocupas. Compromiso es que la comunicación sea bidireccional, no sólo transmisión de palabras. Tres elementos del lenguaje corporal que contribuyen a la transmisión de autoridad a la audiencia. Un elemento clave es la voz. Pueden ver el video “5 Aspectos de una voz poderosa” en mi blog. Conor Neill también es un emprendedor.

¿Cómo definirías el rol de un emprendedor?

Un emprendedor es alguien con más ideas que recursos que es capaz de tirar adelante de todas las maneras.

¿Cuáles son las lecciones que has aprendido como emprendedor?

  • Tienes que vender. Sí, tú. Tienes que vender. Tienes que ser bueno en ello.
  • Necesitas mucha ayuda. Más de la que puedas imaginar. Tienes que aprender a pedirla.
  • Mejoras incrementales siempre ganan.
  • Aprender a motivarse. Autodisciplina en primer lugar.
  • Escucha. No sólo las palabras. Las emociones de los demás. Los verdaderos motivos subyacentes. Los mensajes ocultos en la comunicación. A tú mismo, a lo que sientes. A tu inconsciente. Es una bestia muy, muy inteligente. Simplemente no lo hace directamente.
  • El demonio que hay dentro. Nuestro mayor enemigo no está fuera de nosotros, es la pequeña voz dentro de nuestra propia cabeza. La voz que dice: “John puede hacer esto mejor que yo”, “¿Cuál es el sentido?”, “¿Qué diferencia hace una llamada telefónica?”, “¿Quién soy yo para hacer esto?” – Esta es la voz que es más perjudicial para nuestro potencial.

Atributos del liderazgo. Parte 2

Por Luis Ezcurra, Executive Coach y Partner de Augere

Continuamos con la descripción de los atributos de liderazgo que iniciamos en el artículo anterior.

Generosidad: Desde el momento en que la visión es compartida con los demás deja de ser propiedad del líder y pasa a ser participada por todos los seguidores. El efecto de atracción sobre la visión se ejerce en base a la capacidad que tiene el líder de compartir la visión con sus seguidores. La visión es de todos y el éxito alcanzado al llegar a ella corresponde a todos por igual.

Creer en los demás: El líder tiene que creer profundamente en la capacidad de sus seguidores de desarrollar todo lo necesario para alcanzar entre todos la visión. Debe vivir la creencia de que todos estamos en la plena posesión de nuestras capacidades. Este es el mecanismo que empleará para generar confianza en los demás, porque cada uno de los miembros del equipo sentirá que el líder cree en él. El líder confía en ellos y, como resultado, cada uno de ellos confía en él.

Tener confianza en sí mismo: Si el líder cree en los demás es porque también cree en sí mismo. Si el líder duda que la visión es alcanzable es imposible que los demás le sigan a un destino incierto. Sólo con plena confianza en sí mismo se puede conseguir que los seguidores confíen en el líder.

Construir algo: Los líderes no creen en la visión como un ente intangible. Quieren llegar a ella por encima de todo y constantemente están visualizando en su interior como es el hecho de alcanzarla y como será todo cuando se llegue a ella. Un líder quiere construir cosas: resultados empresariales, comunidades, proyectos… su capacidad de arrastrar tiene que ver con la energía que necesita de otros para construir más, más deprisa o más sólidamente.

Conocimiento y autoridad: Junto estas dos cualidades porque me refiero a la autoridad conferida por los seguidores, no a la autoridad otorgada por la jerarquía. Corresponde más bien a la “autoritas” que los demás le dan al líder para que les guíe en el camino de alcanzar la visión. No significa que el líder sabe más que nadie de la materia que se trate, sino que es reconocido por el grupo de seguidores como que tienen autoridad suficiente para avalar que esa es la visión que hay que perseguir y que ese es el camino que hay que seguir.

Credibilidad: El líder no es cuestionado. Eso no significa que sea infalible. Por supuesto que se pude equivocar, pero los errores proceden de la propia autenticidad y los seguidores siguen creyendo en él. Más que en él como una entidad personal, en su capacidad de guiarles. Creen en el líder como la vía segura de alcanzar la visión que todos comparten.

Integridad: También se incluye en este concepto la honradez, o la honestidad. Son casi sinónimos. La integridad se refiere a que los intereses del grupo relacionados con la visión predominan sobre los intereses particulares del líder. La visión es la que prepondera y marca la pauta. La integridad se manifiesta en que el líder supedita sus intereses personales y los de los seguidores a lo que es necesario para ejecutar la visión, pero también en que el fin no justifica los medios.

 

Liderazgo, coaching y el cambio necesario en el mundo de la empresa

Por Eva Hernández, Executive Coach

El otro día un amigo me comentaba sobre su situación laboral.  Tanto en el departamento donde él trabaja como a nivel de presidencia, el estilo de mando en la empresa se basa en los gritos, las descalificaciones personales y las relaciones verticales de poder, derivando en comportamientos que en muchos casos rozan la falta de respeto por parte de los jefes hacia sus subordinados.  En esas condiciones, la vida laboral se ha convertido tanto para él como para muchos de sus compañeros en una lucha constante, que a menudo acaba minando su autoestima e incluso su salud.  Aunque posiblemente sea irrelevante, quisiera aclarar que estoy hablando de una compañía de tamaño considerable y operaciones a nivel internacional y de un profesional bien cualificado y con amplia experiencia.

En base a la conversación que tuvimos, se me ocurren varias preguntas: ¿Qué puede llevar a las personas en el poder, de las cuales se asume su profesionalidad, a este tipo de comportamientos? ¿Qué es lo que lleva a los empleados, también profesionales, a aguantar y callar ante tales faltas de respeto?, y por último, ¿Qué podemos hacer para que este tipo de dinámicas desaparezcan de nuestras empresas? Si bien la situación de mi amigo probablemente sea un caso extremo, en general opino que nuestro tejido empresarial está falto de mayor humanidad y conciencia y que muchos de nuestros directivos necesitan menores cantidades de ego y mayores dosis de verdadero liderazgo.  Un cambio profundo es necesario, lo cual se ha hecho más patente si cabe en el contexto de crisis que estamos viviendo.

Esto me lleva a una idea básica: el cambio sólo puede venir desde dentro y ahí es donde el coaching tiene mucho que aportar.  Nuestros entornos profesionales sólo pueden evolucionar a medida que nosotros evolucionamos como individuos, a medida que vivimos más de acuerdo con nuestros valores y menos regidos por nuestros miedos, que son los que alimentan y perpetúan situaciones como las descritas por mi amigo.  El “ordeno y mando” no sirve cuando se trata con profesionales conscientes de sí mismos y de la aportación que pueden hacer a la empresa y a la sociedad.  De la misma manera, un directivo que ha trabajado en sí mismo, que se ha enfrentado a sus debilidades y saboteadores y que se ha esforzado en mejorar como persona, estará más capacitado para mover a otros a la acción de una manera más humana, consciente y sabia.

Tengo el convencimiento de que se está produciendo un cambio a todos los niveles de nuestra sociedad.  Esto todavía no se ha hecho muy patente en las empresas, que en muchos casos lo que hacen es aprovechar la crisis para excusar comportamientos abusivos con sus empleados.  En nuestra vida, cuando no aprendemos de nuestros errores, las lecciones tienden a hacerse más grandes hasta que las circunstancias adversas nos hacen reaccionar.  Ese símil se puede aplicar al mundo de la empresa y a la llamada al despertar representada por la situación económica actual.  Todos somos responsables, y posiblemente sean las nuevas generaciones las que empujen el cambio necesario.  Si hoy toca aguantar a un jefe que nos respeta poco, recordemos eso en el futuro cuando nosotros mismos estemos en la posición de mando.  Aprendamos de nuestra experiencia, de manera que nos comportemos con otros como nos hubiera gustado que nos trataran a nosotros, y no lo contrario. A todos los niveles, los humanos tendemos a repetir lo que hemos visto hacer a otros.  Como también ocurre individualmente, es sólo nuestra mayor responsabilidad y conciencia la que puede sacarnos de esos círculos viciosos y hacernos evolucionar a nivel colectivo.

Mucho se ha escrito sobre liderazgo y sobre qué define a un verdadero líder.  Para mí, algo imprescindible y que muchas veces se ignora a favor de las cualidades de comunicación o aptitud técnica es la calidad humana.  Es fácil ser jefe y mover a otros a través del miedo, mucho más difícil inspirarles y motivarles para que optimicen sus talentos innatos.  Por tanto, alguien que se esfuerza en mejorar como persona y en ver a los demás en su humanidad, no como objetos para lograr un resultado, tiene mucho ganado en la difícil profesión de ser líder.  En nuestra sociedad, la autoridad basada en los galones va perdiendo valor frente a la autoridad moral, aquella que se impone a otros en base al respeto y la admiración.  Y que mejor manera de fomentar éstos últimos que ofrecer respeto y confianza, que creer en la capacidad de nuestros colaboradores (definición que prefiero a la de subordinados) para sacar lo mejor de sí mismos.  Es de este modo como se crea la excelencia empresarial y se alimentan la visión de futuro y el disfrute en el trabajo.

Hablar de pasarlo bien en el trabajo puede parecer frívolo en el contexto actual, cuando simplemente tener un empleo es algo para considerarse afortunado.  En mi opinión, no se trata de frivolidad sino de todo lo contrario.  En muchas instancias, traer el disfrute, la emoción y la pasión a la empresa puede ser el antídoto que asegure la supervivencia.  Pienso que la crisis que vivimos es, antes que una crisis económica, una crisis de valores y de liderazgo.  A medida de que más de nosotros vivamos y trabajemos de acuerdo con nuestros valores más elevados, aumenta la posibilidad de que la sociedad en conjunto siga la misma evolución, máxime si nuestros líderes, con su poder de acción, experimentan también un crecimiento en su conciencia.  En este cambio que se está produciendo, la empresa, dado su poder económico y su enorme influencia en la sociedad, tiene un papel fundamental.  Esto es una enorme responsabilidad y a la vez una gran oportunidad para sus dirigentes.

 

Atributos del liderazgo. Parte 1

Por Luis Ezcurra, Executive Coach y Partner de Augere

Este será el primero de una serie de artículos relacionados exclusivamente con los atributos del liderazgo. En mi primer curso de liderazgo pedí a los alumnos que configuraran una lista con los atributos que ellos consideraban que debía reunir un líder. Luego la priorizaron. En todos los cursos sucesivos, he ido incorporando nuevos atributos que mis alumnos han ido agregando. Se ha configurado así una “wiki-lista” creada desde la perspectiva de varios centenares de posibles seguidores. Como no va a ser posible incluir todos en un solo artículo, la fraccionaré en tres o cuatro con una consideración final interesante acerca de los atributos que corresponden a la esencia de ser líder o a la ejecución, a la acción, del liderazgo. La lista no está ordenada: que cada cual establezca el orden que le parezca.

Es importante recordar que el líder nace, en el sentido de que todos llevamos todas las capacidades que aquí se describirán desde el momento de nuestro nacimiento, pero también se hace, desde la perspectiva de que es necesario aflorar y entrenar esos atributos para que puedan ponerse en juego. También recuerdo que el liderazgo se vive, se experimenta, por lo que es casi imposible ser líder si no se ejercita o practica con seguidores de verdad. Los libros y los artículos (incluido éste) ayudan a comprender los términos, pero sólo el contacto directo con la acción de liderazgo y su ejercicio diario permiten desarrollar estas capacidades.

Articular la visión: El líder tiene que ser capaz de convertir una meta en una visión que enganche a los demás. La visión tiene que ser abrazada como un destino al que hay que llegar y puede tener componentes materiales o racionales, pero también emocionales. No es lo mismo definir un objetivo del 50% de EBITDA que marcar la diferencia con nuestros competidores manteniendo un excepcional 50% de EBITDA. La forma objetivo y racional del primer objetivo es retadora, pero al convertir ese objetivo en una visión el desafío es más ilusionante.

Comunicar: Para captar seguidores, el líder tiene que saber comunicar la visión que ha articulado. Esta comunicación ha de ser diáfana y escueta. El líder no consigue seguidores porque les convence con un discurso envolvente. La conversación entre el líder y sus seguidores ha de ser tan corta como: esta es la visión que yo tengo. ¿me acompañas a alcanzarla? Porque en muchas ocasiones ese diálogo no es explícito. En un grupo pequeño es muy fácil que el líder y los seguidores conversen y compartan sus matices sobre la visión, pero en organizaciones grandes la visión llega filtrada a través de numerosas capas jerárquicas.

Carisma o atractivo personal: Las dos cosas no son exactamente iguales, pero van juntas. El carisma es un atractivo personal que incluye algún tipo de admiración o magnetismo. Es difícil expresar los matices. Por eso los junto. El líder ejerce el liderazgo a partir de atraer a los seguidores hacia la visión. La visión puede ser atractiva, pero lo que la hace verdaderamente atractiva es ir hacia ella siguiendo al líder.

Seguiremos en el próximo artículo. Mientras tanto, si alguien quiere comentar acerca de estos atributos ó agregar los suyos el diálogo queda abierto.

 

¿Deseas generar más impacto? Lidera sin máscaras

ATREVETE A SER EL TIGRE QUE LLEVAS DENTRO
Por Jimena Romero/ Leadership Coach

Vivimos en una sociedad con tantas normas, juicios y creencias que vamos por la vida utilizando las caretas que más nos “sirven” para sentirnos aceptados, valorados o seguros. No nos damos cuenta del precio que terminamos pagando al negar nuestra esencia, nuestro ser más genuino. Ni tampoco somos conscientes de lo maravilloso que podemos crear, del impacto que podemos generar cuando simplemente nos permitimos ser nosotros mismos.

“La mentira más común es la que nos contamos a nosotros mismos”. (Friedrich Nietzsche)

A medida que vamos creciendo vamos creando nuestro propio personaje,  creyendo que es el que le agradará a los demás, el que nos hará triunfar en el trabajo, el que será amado, respetado. Lo vamos construyendo con pequeñas experiencias que nos van reafirmando en la vida que ciertos aspectos del personaje funcionan mejor que otros. No tomamos consciencia que este personaje nos termina consumiendo. Nos condenamos y encerramos en nuestra propia cárcel desconectando cada vez más de quién verdaderamente somos.

No nos damos cuenta de la energía que consumimos en sostener algo que no somos, cuando podríamos simplemente ocupar esa energía en potenciar lo que nos es nuestro, único y genuino.

Cuando lideramos desde la autenticidad, desde lo natural, liberamos energía creativa, espontánea,  generando un impacto atractivo y potente sobre los demás.  Y a su vez invitamos a los demás a permitirse ser auténticos.

Comparto este cuento zen deseando que te des permiso de mirarte con otros ojos en el espejo.

Era una tigresa que estaba en muy avanzado estado de gestación. Eso no le refrenaba sus impulsos felinos de abalanzarse contra los rebaños de ovejas. Pero en una de esas ocasiones alumbró un precioso cachorro y no logró sobrevivir al parto.

El cachorrito fue recogido por las ovejas. Se hicieron cargo de él, dándole de mamar y cuidándolo con mucho cariño. El felino creció entre las ovejas, aprendió a pastar y a balar. Su balido era un poco diferente y chocante al principio, pero las ovejas se acostumbraron. Aunque era una oveja corporalmente bastante distinta a las otras, su temperamento era como el de las demás y sus compañeras y compañeros estaban muy satisfechos con la oveja-tigre. Y así fue discurriendo el tiempo. La oveja-tigre era mansa y delicada.

Una mañana clara y soleada, la oveja-tigre estaba pastando con gran disfrute. Un tigre se acercó hasta el rebaño y todas las ovejas huyeron, pero la oveja-tigre, extasiada en el alimento, seguía pastando. El tigre la contempló sonriendo. Nunca había visto algo semejante. El tigre se aproximó al cachorro y, cuando éste levantó la cabeza y vio al animal, exhaló un grito de terror. Comenzó a balar desesperadamente.

– Cálmate, muchachito – le apaciguó el tigre.
– No voy a hacerte nada.
– Al fin y al cabo somos de la misma familia
– ¿De las misma familia? – replicó sorprendido el cachorro.
– Yo no soy de tu familia, ¿Qué dices?
– Soy una oveja.
– Anda, acompáñame – dijo el tigre.

El tigre-oveja le siguió. Llegaron a un lago de aguas maravillosamente tranquilas y despejadas.

– Mírate en las aguas del lago – dijo el tigre al cachorro.

El tigre-oveja se miró en las aguas. Se quedó perplejo al contemplar que no era parecido a sus hermanas las ovejas.

– Mírame a mí.
– Mírate a ti y mírame a mí.
– Yo soy un poco más grande, pero ¿no compruebas que somos iguales?
– Tú no eres una oveja, sino un tigre.

El tigre-oveja se puso a balar.

– No bales – le reprendió el tigre, y a continuación le ordenó ruge.

Pero el tigre-oveja siguió balando y en días sucesivos, aunque el tigre trató de persuadirle de que no era una oveja, siguió pastando. Pero unos días después el tigre le trajo un trozo de carne cruda y le invitó a que lo comiera. En el mismo momento en que el tigre-oveja probó la carne cruda, tuvo consciencia de su verdadera identidad, dejó el rebaño de ovejas, se marchó con el tigre y llevó la vida propia de un tigre.

Cuando te miras en el espejo, ¿qué ves?

¿Qué necesitas aceptar para dar libertad a la expresión más auténtica de ti mismo?

Te mentiría si te dijera que es un camino fácil,  pero vale la pena intentarlo.

ATREVETE A SER EL TIGRE QUE LLEVAS DENTRO