Hace pocos días concluyó la edición más exitosa del Mobile World Congress en Barcelona, así como de su “filial” enfocada a poner en valor el ecosistema emprendedor, el 4YFN, conectando startups, empresas, talento, innovación e inversión. De nuevo batiendo record de asistencia. Pero hablar de tecnología, emprendimiento e innovación requiere una mirada particular también desde la perspectiva del género.
La International Telecommunication Union, organización creada en 1965 en el marco de las Naciones Unidas para hacer llegar la tecnología a todos los rincones del planeta, tiene por objetivo conectar a las personas y, por supuesto, hacerlo de forma equitativa. Doreen Bogdan-Martin, Chief, Strategic Planning & Membership, señala que solo el 17% del sector tecnológico en Europa está compuesto por mujeres. Cuando nos preguntamos por qué, vemos que uno de cada cinco graduados en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics -ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres. De estos, solo el 2,4% se incorporan al sector tecnológico y, lo que es aún peor, solo el 1,5% de las mujeres se mantiene activa desempeñando un trabajo en el sector tecnológico pasados cinco años.
De alguna forma refleja la que ha venido en llamarse, la paradoja de los países avanzados, en los que las jóvenes aprecian más valor y sentido en dedicarse a profesiones de contenido humanista, sin visualizar el impacto social y económico que las carreras STEM también pueden tener.
Algunos puntos de referencia nos los arroja la encuesta realizada por investigadoras de la Harvard Business School a más de 4.000 participantes en el año 2015 sobre las diferencias en actitudes y aspiraciones de hombres y mujeres. En comparación a los hombres, las mujeres tienen más objetivos de vida, pero pocos de ellos se centran en el poder. Mientras que las mujeres y los hombres se consideran igualmente capaces a la hora de alcanzar posiciones de liderazgo de alto nivel, los hombres desean el poder más que las mujeres, si bien ellas perciben el poder profesional como menos deseable que los hombres. Anticipan resultados más negativos al alcanzar una posición de alta responsabilidad. Además, son menos propensas que los hombres a dar el salto hacia oportunidades para el avance de su carrera profesional.
Un ejemplo de actuación para incidir positivamente en transformar esta situación es el programa “Acercando el Talento” que la Fundación Woman Forward organiza en colaboración con las empresas y el mundo científico, con el que pretende el acercamiento de las niñas y adolescentes a posiciones STEM. A través del programa, las niñas y jóvenes pueden comprobar la realidad de profesiones de perfil científico-técnico y puedan conocer el testimonio directo de hombres y mujeres de carreras STEM en posiciones de liderazgo en las empresas.
El 39% de las emprendedoras dicen que con frecuencia se encontraron con un sesgo de género mientras dirigían su startup y el 42% cree que la discriminación de género seguirá siendo la misma a medida que sus startups crezcan.
Emprender e innovar
Para Aline Santos, Executive Vice President for Global Marketing and Global Head of Diversity and Inclusion de Unilever, no es posible imaginar la compañía unicornio del futuro sin equidad de género, en el que la creatividad y la innovación sean piedra angular sobre la que gire su estrategia. Ello requiere ayuda para crear el ecosistema positivo que contribuya a desarrollar ese escenario.
Y lo dice con conocimiento de causa. Su compañía, Unilever, realizó un estudio entre setecientos emprendedores, muchos de ellos mujeres, en cuatro países: UK, Singapur, Estados Unidos e India para entender qué es lo que está pasando en el mundo del emprendimiento, caracterizado por ser motor de la innovación al que grandes corporaciones se arriman para no perder el pulso de lo que está pasando y lo que vendrá en el futuro más próximo.
El estudio pone en evidencia que existe un entorno hostil para que la mujer tenga éxito en el mundo del emprendimiento. Solo el 17% de las startups son fundadas por mujeres. 4 de cada 10 mujeres fundadoras (39%) dicen que con frecuencia se encontraron con un sesgo de género mientras dirigían su startup y el 42% cree que la discriminación de género seguirá siendo la misma a medida que sus startups crezcan.
En este sentido, si atendemos a los diferentes estadios de evolución de una startup, desde la fase de idea, la incubación, el crecimiento o la fase de escalado, las mujeres manifiestan sufrir algún tipo de marginación, sesgo o prejuicio en cada una de esas fases. Es necesario, sin ninguna duda, según Santos, crear el entorno propicio para que ellas cuenten con las mismas posibilidades de desplegar todo su potencial y talento y desarrollar sus iniciativas emprendedoras con éxito en las mismas condiciones que cualquier otra persona.
El 80% de las mujeres se han sentido de alguna manera incómodas teniendo que defender que son las fundadoras de dichas startups cuando tienen una conversación en la búsqueda de inversión para sus compañías.
Falta de referentes
El estudio llega a algunas conclusiones adicionales. El 69% de las mujeres no encuentran suficientes modelos femeninos a seguir. Referentes que les aporten inspiración para decir, ¡sí, yo también lo puedo hacer! Por ello, parece evidente que es necesario tomar mayor conciencia del role model que existe en la sociedad y en el mundo empresarial.
Si el acceso a fondos y soporte para lanzar una startup ya es difícil independientemente del género del emprendedor, para la mujer la dificultad se multiplica. Sorprende que ello lleva a muchas de las mujeres participantes en el estudio a que sea alguno de sus colegas, hombres, los que realicen el pitch de presentación de sus startups ante inversores. Saben que un hombre presentando su proyecto puede tener más éxito que ellas mismas. En este sentido, el 80% de las mujeres se han sentido de alguna manera incómodas teniendo que defender que son las fundadoras de dichas startups cuando tienen una conversación en la búsqueda de inversión para sus compañías. Independientemente del papel que juguemos, ya seamos corporaciones, emprendedores, inversores o mentores, todos tenemos la oportunidad de influir de manera positiva en cambiar esta situación.
Es necesario cambio cultural sobre un colectivo que se estima en alrededor de un millón de profesionales mayores de 50 años que han sido desvinculados prematuramente de sus trabajos.
La doble discriminación: edad y género
Según datos de la fundación ADECCO un 70,5% de mujeres con más de 45 años llevan más de un año sin encontrar trabajo. Desde que comenzó la crisis en el año 2007, el número de paradas >45 años, ha crecido un 260%
Existe, una necesidad de poner en marcha iniciativas para paliar este problema de magnitud creciente que afecta a personas con gran capacidad e impacto en la economía, que han acumulado una importante experiencia directiva y con potencial para generar ideas innovadoras e iniciativas empresariales. Estimando una media de un 20% el colectivo de directivas entre las más de 800.000 mujeres mayores de 45 en paro, con una media de 20 años de experiencia, no dar una oportunidad a estas mujeres, supone que se desperdician más de 3 millones de años de experiencia ejecutiva y directiva.
Entre estas iniciativas figuran las que organizaciones como la Fundación Woman Forward, con su programa “Woman Starting-Up in Tech”, 50Pro, con su Programa de Emprendimiento Senior o Generación Savia, que promueve la Fundación Endesa, y que busca impulsar un necesario cambio cultural sobre un colectivo que se estima en alrededor de un millón de profesionales mayores de 50 años (fuente: INE primer trimestre 2018) que han sido desvinculados prematuramente de sus trabajos. Un cambio cultural que además ofrece soluciones al tejido social y empresarial español (PYMEs, startups y ONGs) al que a través de su programa acercan a grandes profesionales, dotados de talento y experiencia para su crecimiento y desarrollo.
Como conclusión ante la información que nos aportan todas estas iniciativas e investigaciones, parece necesario plantearse nuevas estrategias para que las jóvenes se vinculen de manera decidida al mundo STEM así como que aquellas que decidan emprender, a la edad que deseen hacerlo, encuentren un espacio de equidad de oportunidades y tratamiento a la hora de liderar sus proyectos de emprendimiento e innovación. No lograremos poner en valor el enorme talento femenino sin abordar esta situación y hacerlo con éxito.