Hace unos días tuve la oportunidad de representar a Augere en un programa para más de 60 emprendedores de todo el muno, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston y pude confirmar la necesidad de reinvención que tienen las economías tradicionales en las que operan nuestras compañías, en las que nuevas maneras de relacionarse, de hacer negocios y de aplicar el conocimiento y la tecnología se están abriendo paso a gran velocidad.
Como consecuencia de ello, a la vez que evolucionan los mercados y la manera de abordar las necesidades de nuestros clientes, tenemos que reinventar nuestras propias empresas, diseñando nuevos modelos de negocio que nos permitan ser competitivos en mercados globales, aprovechando oportunidades locales, contribuyendo, a su vez, a aumentar la empleabilidad de nuestros colaboradores y frenar la destrucción de empleo que vivimos en algunos mercados, como son los del sur de Europa.
Cinco claves para la competitividad
Para ello, si atendemos a nuestra reflexión acerca de lo que vemos en nuestros clientes en los mercados en los que venimos desarrollando nuestra actividad y desde la reflexión más global respecto a cómo vemos que evolucionan los acontecimientos, consideramos que hemos de poner claro foco en cinco elementos que contribuyen a la mejora de la competitividad en las empresas:
- El desarrollo del liderazgo de nuestras organizaciones poniendo en valor el talento de las personas en todas las operaciones de la compañía pero sobre todo, en los proyectos estratégicos para la misma;
- La mejora de la productividad optimizando nuestro tiempo de trabajo y la flexibilidad en la manera de abordarlo, poniendo equilibrio entre los diferentes aspectos de la vida de las personas, y generando un espíritu de co-responsabilidad por los resultados;
- La innovación para salir de la zona de confort y aprovechar y crear oportunidades a través de nuevos productos y servicios y nuevos modelos de negocio disruptivos, en los que claramente la tecnología tiene un papel clave;
- La integración de los dilemas derivados de la creciente diversidad cultural en la que nos manejamos, y
- La construcción de un vínculo a largo plazo con nuestros stakeholders basado en el sentido y en la voluntad de formar parte de una misma comunidad que comparte valores y unos atributos de vida comunes.
Nuevas herramientas para la competitividad
El binomio inseparable formado por tecnología y talento es imprescindible para mejorar la competitividad de las empresas. En el futuro presente, el uno sin el otro y el otro sin el uno pierden la oportunidad de desplegar su máximo potencial. La tecnología ha de proporcionar a las compañías una extraordinaria capacidad de diagnóstico, gestión y monitorización de su posicionamiento, performance y enganche con el cliente. Las personas han de tener la capacidad de interpretar las señales e informaciones que el entorno les proporciona y la tecnología les suministra de manera elaborada para tomar las mejores decisiones.
Para abordar las nuevas herramientas para la mejora de la competitividad de las empresas me gustaría hacer tres consideraciones:
-
- Los clientes ya no entran por la puerta de nuestro establecimiento, están al otro lado, en algún punto de la red.
Cobran especial relevancia las metodologías que permiten a la compañía saber con claridad dónde están sus clientes, detectar “océanos azules” en su mercado y sector, así como las tecnologías de captación de datos provenientes del análisis inteligente de los hábitos de los consumidores, los patrones de funcionamiento de las propias empresas, el análisis del sentimiento en la red, la propia valoración de los stakeholders sobre el grado de construcción de comunidad con las empresas.Posicionar nuestro negocio en la red poniendo en valor los contenidos que nos diferencian es un elemento fundamental para el futuro de nuestro negocio, de manera que nos permita atraer a los clientes en lugar de ir a buscarlos. Resulta especialmente interesante las metodologías desarrolladas para ello por Brian Halligan, CEO de HubSpot (Pau Valdés-Inbound Cycle, en España) o David Meerman Scott, alrededor del marketing en tiempo real.
-
- Las estrategias y modelos de negocio tradicionales ya no responden a las necesidades de los nuevos clientes
Nuevos clientes y nuevas necesidades requieren nuevas respuestas, así como el necesario enfoque estratégico y sistemas de dirección que permitan alinear a las personas de la organización y favorecer su corresponsabilidad con las estrategias de negocio que mejor respondan a su posicionamiento competitivo en su mercado. Recomendable sin duda en lo que se refiere a construir una cultura de corresponsabilidad y alineamiento para acelerar el crecimiento del negocio de una compañía son las metodologías de Verne Harnish, descritas en su libro “Mastering the Rockefeller Habits: What You Must Do to Increase the Value of Your Fast-Growth Firm”.
Por tanto, enfoque y alineamiento, corresponsabilidad de la estructura organizativa y ejecución efectiva, así como de los sistemas de dirección, evaluación e incentivación empleados por la compañía, que garantizan el clima necesario para crear una cultura de alto rendimientofavorecedora de la competitividad de la compañía van a formar parte de nuevos modelos de negocio que nos permitan responder de forma exitosa a las necesidades de nuestros clientes. Un buen referente de dichas metodologías sería Alex Osterwalder.
-
- La información y las métricas se han convertido en algo imprescindible
La monitorización de todos procesos de negocio generados es clave para el perfeccionamiento organizacional. Será a través de las métricas, tanto económico-financieras como de performance, como una compañía será capaz de optimizar sus recursos organizacionales en beneficio de los factores clave de competitividad que le diferencien de manera clara y a poder ser disruptiva, en su mercado.
Cuál es el siguiente paso a dar en mi empresa
Tener un diagnóstico de qué está pasando en mi compañía es fundamental para tomar las decisiones adecuadas y enfocar los primeros pasos que me permitan mejorar la competitividad de mi compañía. Este diagnóstico puede ser más extenso, pero, al menos, me gustaría proporcionarte algunas preguntas de reflexión. Para responderlas, sincérate contigo mismo y, simplemente, contesta sí, si crees que se da al 100%. Si no se da al 100%, contesta no:
- ¿Tienes una estrategia que inspira y guía a tu equipo?
- ¿Son claramente visibles los valores clave de la compañía para tu equipo?
- ¿Tienes definido un claro posicionamiento de marca?
- ¿Tienes definido un claro perfil de tu cliente para cada uno de tus productos o servicios?
- ¿Mides periódicamente tu capacidad de atracción de clientes y de conversión de oportunidades de negocio?
- ¿Has creado o rediseñado alguno de tus productos, servicios o procesos en los últimos doce meses?
- ¿Es tu equipo plenamente funcional?
- ¿Mides el desempeño de tu equipo a través de indicadores clave cada semana?
- ¿Conoce tu equipo las consecuencias de su buen o mal desempeño?
- ¿Tienes identificados los factores de riesgo de tu negocio?
- ¿Mi negocio genera la rentabilidad que espero?
- ¿Es este el negocio en el que quiero estar los próximos 10 años?
Podríamos alargar este cuestionario con muchas más preguntas, pero éstas pueden ser un primer paso para tu reflexión. Esperamos hayas podido responder sí a todas ellas. Si no, piensa en cuál es la siguiente acción que deberías tomar para mejorar en ello.