Este será el primero de una serie de artículos relacionados exclusivamente con los atributos del liderazgo. En mi primer curso de liderazgo pedí a los alumnos que configuraran una lista con los atributos que ellos consideraban que debía reunir un líder. Luego la priorizaron. En todos los cursos sucesivos, he ido incorporando nuevos atributos que mis alumnos han ido agregando. Se ha configurado así una “wiki-lista” creada desde la perspectiva de varios centenares de posibles seguidores. Como no va a ser posible incluir todos en un solo artículo, la fraccionaré en tres o cuatro con una consideración final interesante acerca de los atributos que corresponden a la esencia de ser líder o a la ejecución, a la acción, del liderazgo. La lista no está ordenada: que cada cual establezca el orden que le parezca.
Es importante recordar que el líder nace, en el sentido de que todos llevamos todas las capacidades que aquí se describirán desde el momento de nuestro nacimiento, pero también se hace, desde la perspectiva de que es necesario aflorar y entrenar esos atributos para que puedan ponerse en juego. También recuerdo que el liderazgo se vive, se experimenta, por lo que es casi imposible ser líder si no se ejercita o practica con seguidores de verdad. Los libros y los artículos (incluido éste) ayudan a comprender los términos, pero sólo el contacto directo con la acción de liderazgo y su ejercicio diario permiten desarrollar estas capacidades.
Articular la visión: El líder tiene que ser capaz de convertir una meta en una visión que enganche a los demás. La visión tiene que ser abrazada como un destino al que hay que llegar y puede tener componentes materiales o racionales, pero también emocionales. No es lo mismo definir un objetivo del 50% de EBITDA que marcar la diferencia con nuestros competidores manteniendo un excepcional 50% de EBITDA. La forma objetivo y racional del primer objetivo es retadora, pero al convertir ese objetivo en una visión el desafío es más ilusionante.
Comunicar: Para captar seguidores, el líder tiene que saber comunicar la visión que ha articulado. Esta comunicación ha de ser diáfana y escueta. El líder no consigue seguidores porque les convence con un discurso envolvente. La conversación entre el líder y sus seguidores ha de ser tan corta como: esta es la visión que yo tengo. ¿me acompañas a alcanzarla? Porque en muchas ocasiones ese diálogo no es explícito. En un grupo pequeño es muy fácil que el líder y los seguidores conversen y compartan sus matices sobre la visión, pero en organizaciones grandes la visión llega filtrada a través de numerosas capas jerárquicas.
Carisma o atractivo personal: Las dos cosas no son exactamente iguales, pero van juntas. El carisma es un atractivo personal que incluye algún tipo de admiración o magnetismo. Es difícil expresar los matices. Por eso los junto. El líder ejerce el liderazgo a partir de atraer a los seguidores hacia la visión. La visión puede ser atractiva, pero lo que la hace verdaderamente atractiva es ir hacia ella siguiendo al líder.
Seguiremos en el próximo artículo. Mientras tanto, si alguien quiere comentar acerca de estos atributos ó agregar los suyos el diálogo queda abierto.