La presión a la que el entorno laboral y social nos somete, a algunos por mantener la competitividad y conseguir mejores resultados, a otros por mantener el puesto de trabajo, o conciliar las responsabilidades profesionales con las familiares o personales, se traduce en un desgaste de energía diario enorme que si no se sabe manejar de forma adecuada conduce a un profundo agotamiento mental que ni el sueño, los fines de semana, o unas vacaciones son capaces de reparar.
Un gran esfuerzo continuado requiere de fuerza física y emocional, y también de una mente ágil. Llevar la mente, el cuerpo y el espíritu al nivel más alto de funcionamiento significa que la gente que trabaja en entornos corporativos aprenda lo que los deportistas de élite saben dese hace tiempo: tan importante como desplegar la energía es saber recuperarla a tiempo.
Mantener la conexión con nuestros valores y con quiénes somos, hace que podamos disponer y desplegar nuestra energía a su máxima potencia, y sentir también el tan deseado equilibrio entre nuestra vida personal y profesional. Cuando nos encontramos fuertes de energía en los niveles físico, emocional, mental y espiritual nuestro rendimiento es el propio de un atleta de alto rendimiento. Aquél que sabe que la gestión adecuada de su energía lo conducirá a conseguir su objetivo más preciado.
Un atleta tiene claro que mejorar sus resultados y alcanzar nuevos retos implica incorporar unos hábitos saludables y beneficiosos, practicar y mejorar su aprendizaje, y contar con un entrenador que le guíe y apoye en su camino hacia alcanzar su meta.
Todos vemos como algo natural que un deportista que quiera progresar cuente con la ayuda de un Coach, un entrenador personal. Incluso en los gimnasios se valora y se busca la ayuda de un experto, un preparador personal, que nos ayude a ponernos en forma con seguridad, y en menor tiempo que si lo hiciéramos solos.
Si queremos progresar y avanzar en nuestras vidas como personas y profesionales destacados, qué nos lleva a pensar que no necesitamos un Coach que nos ayude a conectar con el líder que llevamos dentro, y nos acompañe y facilite el camino de convertirnos en ese atleta que supera sus propias marcas y alcanza las metas que se propone.