Reinventarse: La clave para sobrevivir en nuestros días

Por María Mateo, Executive Coach

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.
“Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno”.
“Sin crisis no hay desafíos”.
Albert Einstein

La crítica situación financiera internacional que estamos padeciendo en la actualidad hace que vivamos nuestro presente con gran preocupación y  nuestro futuro inmediato se nos presente  repleto de incertidumbres. Cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, está viéndose afectado por esta realidad económica que nos paraliza, nos amedrenta y como única vía de escape nos instalamos en la queja permanente de lo que nos rodea, creyendo que nuestras circunstancias cambiaran solo por el hecho de verbalizar  todas y cada una de las sinrazones que esta situación nos ocasiona.

En todo el mundo que llamamos “Occidental”, hemos vivido un largo periodo de bonanza  donde  nadábamos en la abundancia con altos ejecutivos percibiendo salarios desorbitados;  con empresas que se marcaban ambiciosos e irreales planes de crecimiento de sus beneficios año tras año; donde se adquirían viviendas para especular vendiéndolas al cabo de un año con ganancias superiores a las que habrían tenido trabajando varios años; con entidades bancarias, en una guerra sin cuartel entre ellas, animando a los clientes y no clientes a pedir altos préstamos hipotecarios (ya que les podían incluir la compra del coche y el viaje al Caribe), con el único fin de aumentar a cualquier precio su volumen de negocio. En este orden de cosas, todo estaba aceptado, permitido y aplaudido por la sociedad de consumo que nos mostraba cifras muy optimistas como reflejo de una situación económica boyante.

Mientras tanto en otras partes del llamado tercer mundo la situación era bien diferente: se vivían situaciones de escasez, hambruna y altas tasas de desempleo. Pero occidente miraba hacia otra parte, siempre que no  viese posibilidad de sacar provecho beneficiándose de su barata mano de obra.

Hasta la fecha, esta ha sido la actitud pasiva y desafectada que hemos tomado los seres humanos ante las desgracias ajenas. Sin embargo, en estos momentos, tras cuatro años de una crisis global que parece  que va a eternizarse, empezamos a sentir que nadie está exento de verse afectado por la grave situación económica. O bien nosotros mismos o bien gente de nuestro entorno,  ha cerrado su negocio por falta de liquidez, ha perdido su trabajo por reajuste de personal, le han embargado su casa por falta de pago, tiene un hijo que tras terminar sus estudios no encuentra  trabajo o un largo etcétera de nefastas, cuando no traumáticas posibilidades.

No obstante y pese a todo ello, es en estas circunstancias cuando debe imperar la acción rompiendo viejos hábitos, reinventándose, explorando nuevas alternativas o buscando ayuda en quienes nos pueden ayudar mediante un proceso de coaching, con el fin de tomar  mayor  conciencia de nosotros mismos. Pues solo al conocer y conectar con nuestras fortalezas, recursos y capacidades creativas, podremos empezar a diseñar la vida que queremos.

En mi opinión estas son tres de las claves más importantes a conquistar para poder reinventarse, una o mil veces:

1.    LA CONFIANZA en uno mismo que se logra a través del auto-conocimiento y la escucha de tu ser interior. Solo cuando modificas las creencias sobre ti mismo que te coartan, afianzas tu confianza dando alas a tus sueños. Entonces puedes entregarte a  la vida, siendo consciente de que el caminar es mucho más ligero, pues sientes que a tu alrededor las cosas fluyen en el rio de la Vida.

2.    LA ACEPTACIÓN de la realidad que vivas. Esta actitud valiente, a diferencia de la actitud resignada, mueve a la acción y a la toma de responsabilidades, haciendo que veamos las experiencias como oportunidades de cambio, en lugar de obstáculos y resistencias. No debemos olvidar el dicho de que “todo a lo que te resistes, persiste”.

3.    EL COMPROMISO contigo mismo para tomar iniciativas. Como dijo el poeta, “el Hombre es el constructor de su propio destino” y en esa construcción,  es necesario pasar a la acción con el entusiasmo que te da el saber que puedes conseguir lo que te propongas, sin miedo a salir de tu círculo de confort conocido para tomar los riesgos necesarios que te llevarán a tu propia realización.

Por todo ello, en este tiempo de cambios, me gustaría que recordásemos al insigne naturalista e investigador inglés Charles Darwin  en su estudio sobre la evolución de las especies, cuando  nos decía  que “no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. De ahí que, si debemos adaptarnos y responder al cambio, es mejor que lo hagamos con ilusión, confianza y esperanza.

Quisiera terminar con una frase de San Francisco de Asís “empieza por hacer lo necesario, luego por hacer lo posible y de pronto te encontrarás haciendo lo imposible”.

Recuerda que lo mas importante no es quien eres, sino quien puedes llegar a ser.