Coaching. Una herramienta útil. II

Por Jordi Vilà, Executive Coach

-Y todo eso, ¿ha salido porque sí?

-No, antes de empezar, hay que establecer las reglas de juego, eso que os he dicho que permite tener un espacio seguro.

-Ah!, vale, y todo eso debe ser muchísimo tiempo, ¿no se cansa?

-No, tiene mucho en juego, además, lo hacemos en sesiones que duran entre 45 y 90 minutos en función de los casos y nos podemos ver entre una vez a la semana y una vez al mes.

-Bien, y ¿qué es lo que hacéis en esas sesiones?

-Bueno, la persona viene con un tema relacionado con el objetivo que hemos trazado y con su plan de acción; algo sobre lo que quiere trabajar, reflexionar, y aquí es donde el Coach le va acompañando en base a una serie de preguntas, silencios, reflexiones, tareas, ….

-¿Tareas?, ¿quieres decir deberes?

-Si señora, veo que lo has cogido al vuelo, ¡deberes!, ¡se nota que tienes la selectividad cerca!!. Pero bueno, son unos deberes un tanto especiales.

-¿Especiales?

-Si, verás, sobre el tema que hemos estado hablando, le pido que haga algo determinado, o que me diga que es lo que va a hacer respecto a una cosa determinada; por ejemplo, apunta en una libreta las veces en las que has escuchado de forma sincera a este colaborador

-¿Y qué es lo que gana con eso?

-Tomar conciencia de que puede hacer las cosas de otra manera e ir entrenando esa nueva habilidad, como si hiciera abdominales, vaya. Eso lo irá transformando en un hábito, hasta que lo hará sin ser consciente de ello por haberlo integrado en su forma de hacer natural.

… continuará en el siguiente post