Una hermosa frase de la que todos hemos oído hablar y pocos han puesto en práctica. Muchas personas, al comenzar el año o cuando, tras alguna circunstancia generalmente difícil, deciden volver a tomar las riendas de sus vidas, suelen preparar una lista con todos los objetivos que desearían conseguir, y tanto si lo escriben en un cuaderno como si lo hacen en el ordenador, generalmente termina convirtiéndose en una lista de buenas intenciones, que cae en el olvido al cabo de una semana.
¿Qué les impide conseguir sus sueños y aspiraciones?
Existen distintas razones pero generalmente, es la falta de un verdadero COMPROMISO CON UNO MISMO lo que condiciona o limita el éxito o el fracaso de nuestros logros. Esto no significa que no haya un gran deseo por conseguir lo que se plantean, pero a pesar de lo mucho que ansían esos cambios, no están dispuestos a pagar el “precio” que exige el incorporar nuevos hábitos a su vida y dejar de hacer otras rutinas que son perniciosas y les aleja de lo que realmente es importante para ellos. Dado que el coste de no hacer algo es menor que el coste de hacerlo, no se ponen en marcha.
¿Qué es lo que puede ayudar a las personas a comprometerse con ellas mismas en los procesos de cambio?
Indudablemente el primer paso es CONOCERSE A UNO MISMO y VALORARSE, quién eres realmente, cuáles son los valores que rigen tu vida, qué creencias arraigadas te limitan, de qué capacidades estas dotado, qué flaquezas te gustaría fortalecer, qué cualidades internas tienes aún adormecidas y qué puede motivarte a que aflore todo tu potencial. Solo desde el conocimiento de uno mismo se puede encontrar la inspiración y motivación necesaria para establecer metas claras, precisas y alcanzables. Marcarse objetivos y llevarlos a cabo nos ayuda a dar sentido a nuestras vidas, a elegir lo que queremos de una manera consciente y a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, desde la perseverancia y la responsabilidad. Me remito a una frase de Jim Rohne que dice: “Ponte metas, no solo para conseguirlas, sino para llegar a ser quien serás cuando las logres”.
¿Cuál es el impacto que tienen los logros en nuestra vida?
En primer lugar fomenta la confianza en nosotros mismos, aumenta nuestra autoestima, nos aporta una visión de nosotros mismos que desconocíamos, nos da las herramientas necesarias para los siguientes desafíos, fortalece nuestro poder interno dándonos la capacidad para superar hábitos profundamente arraigados y cultivar otros superiores.
Hay personas que se acercan al coaching movidas por múltiples factores. Algunos pretenden conseguir algo determinado: un nuevo trabajo, un ascenso, una nueva casa. Otros quieren alcanzar algo más abstracto: felicidad, equilibrio, satisfacción, éxito, bienestar, etc. Algunos quieren más: más salud, más tiempo libre, más sentido, más dinero. Y otros quieren menos: menos estrés, menos miedo, menos dolor. Algunos son conscientes de lo que quieren y otros simplemente solo saben lo que no quieren.
Los deseos son tan diversos como las personas que los sueñan pero independientemente de cuál sea la razón que les mueva, hay siempre implícito una voluntad de CAMBIO.
El coaching te ayuda a ser el autor y el creador de tu propia realidad. Durante el proceso de coaching “dejas de ser víctima de las circunstancias para convertirte en el creador de tu propio destino”.
Probablemente sin ser consciente de ello, en cada acción u omisión estás determinando tu vida, en cada paso que das en una dirección u otra, en cada decisión que tomas configuras lo que es tu realidad o la repercusión que tendrá para ti y el futuro.
Por eso la importancia de diseñar a conciencia lo que quieres que haya en tu vida, tener en cuenta lo que te dicta el corazón, dirigir y dominar la mente ya que está a tu servicio y planificar todo lo que depende de ti. La Conciencia es tu mayor aliado para Crear tu propio destino.
Existe una alquimia especial para formular deseos y esta incluye:
- Que el objetivo esté formulado en POSITIVO y en PRESENTE. Céntrate en lo que quieres ver o materializar en lugar de centrarte en lo que quieres evitar o no quieres tener. El pensamiento es creador y si te centras en lo que no quieres solo harás que eso persista en tu vida. La atención da Energía. Cualquier cosa a la que prestes atención crecerá con más fuerza en tu vida.
- Recuerda que se trata de tu proceso de creación y por lo tanto tiene que ser algo que DEPENDA DE TI. Aquellos deseos que implican un cambio de actitud en otra persona están condenados al fracaso. ¿Qué estás dispuesto a hacer para que esa nueva realidad se muestre en tu vida? ¿Qué estás dispuesto a dejar de hacer para que se cumpla tu deseo?
- Todo proceso de creación finaliza con la ACCIÓN. Para obtener un resultado, para crear la realidad deseada es necesario que EL PENSAMIENTO, EL SENTIMIENTO, LA PALABRA Y LA ACCIÓN VAYAN EN LA MISMA DIRECCIÓN. Cuando tengas un pensamiento que no cuadre con tu visión sustitúyelo por otro nuevo. Hazlo a menudo y enseñarás a tu mente a pensar de una nueva manera.
Si quieres cambiar algo de tu vida, no te limites a desearlo: ¡CREALO!, pues como muy bien dice Francis J. Vilar: “si crees firmemente en algo, aunque no exista, lo creas”.